capítulo 10

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En el amanecer de este día, los pronósticos eran cada vez peores y empeoraban ha medida que pasaban los minutos cuando empezaban a caer médicos y enfermeras por doquier.
Nada más enterarse, Jason llamaba rápidamente a Sarah para saber si estaba bien.

— hola.

— por Dios, dime que estás bien. — preguntaba atemorizado.

si, estoy bien. — contestaba ella con tono frío. Su voz era un hilo de voz.

— ¿ vas protegida?

todos vamos protegidos Jason.

— pues hazlo más.

Rodaba sus ojos — ya lo hacemos, pero este virus es — se callaba un segundo — es un hijo de perra.

Jason sacaba aire por la nariz — si, eso . Nosotros hacemos lo que podemos en la calle.

— los que deberíais ir más protegidos sois vosotros. No entiendo por qué no os dan monos médicos para trabajar.

— eso han planteado algunos, pero entonces sería difícil diferenciarnos.

— ¿ de quienes ?

— de los civiles. Muchos los llevan.

Sarah hacía mueca — pues algo se tendrá que hacer.

Notaba ese tono de voz otra vez. — ¿ estás bien?

— ya te he dicho que si.

— no no, me refiero a, si estás bien.

Sarah comprendía lo que quería decirle. — bueno, llevo horas de sueño acumuladas, así que.

estás fría.

Se masajeaba los ojos
Jason, veo morir diariamente a más de cincuenta personas sin poder hacer nada.

Sarah

— e intento mantener con vida a unos pocos

Sarah

— ¿ cómo quieres que este?

Suspiraba con profundidad, no había conseguido detener sus palabras. — ya lo imagino.

— no, te aseguro que no tienes ni idea.

Pero si, lo sabía y mucho peor, pero prefería no decirle nada.

— tienes razón, perdóname.

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