Los días pasaron después de la declaración del secretario de estado y no se hizo esperar el pánico entre la gente.
Se encontraban ahora en una situación de puro terror en las calles, ya que, la mayoría de la ciudadanía, habían empezado a buscar alternativas no muy buenas para poder sobrevivir.Pero esto no sólo estaba ocurriendo en Estados Unidos, sino por todo el mundo. Todo era un caos;
Allanamientos, robos, asesinatos, ocupaciones en pisos ahora vacíos después de que sus inquilinos fallecieran a causa del virus, etc.
Pero lo peor estaba siendo el no dar a basto las medidas de seguridad en las calles, sobretodo a las víctimas en donde se las podían ver tiradas en mitad de la calle muertas, o por la pandemia, o por asesinato.Los hospitales ya no acogían a más pacientes, ahora el protocolo era otro, debían priorizar a los que podían llegar a sobrevivir y a los que no, eso implicaba dejarlos morir a los que ocupaban una camilla y no llegarían vivos.
Estaba siendo muy difícil escoger, sobretodo cuando se trataba de los niños, era debastador, era una sensación de impotencia y angustia que no se podía describir con palabras.El gobierno estadounidense, ya había dejado bien claro mediante los medios de comunicación, que lo que ocurriera a partir de ahora, sería crucial para la supervivencia.
Más bien, todos los gobiernos del mundo, estaban dando el mismo mensaje a sus ciudadanos, con la esperanza de que la gran mayoría sobreviviera o que fueran lo suficientemente conscientes para poder aguantar y esperar a que todo se calmara.Lógicamente, eso estaba siendo complicado, muchos, huían al bosque para estar lo más alejados posibles del resto de la humanidad.
Ahora los presidentes, estaban reunidos mediante videollamada por el nuevo estado de emergencia y escuchándose entre si para poder llegar a una nueva solución que no implicara este extremo.
— tenemos que atacar a Afganistán — decía el Presidente de Rusia.
— ¿ con qué armamento? Estamos colapsados, todos tenemos a nuestros ejércitos en nuestros países, primero debemos proteger a los nuestros. — añadía el Presidente de Francia.
— pues algo tenemos que hacer, seguramente tienen la vacuna — respondía ahora el Presidente de Alemania.
— pues yo veo una oportunidad aquí — hacía que todos le escucharan el Presidente de China. — técnicamente, ahora, tenemos las calles más barridas.
El Presidente de Estados Unidos fruncía el ceño y elevaba su ceja — explícame exactamente lo que quieres decir con las calles barridas, por que yo lo que veo son personas matandóse entre sí sino lo hace el virus.
— efectivamente, pero quitando el virus y asesinatos que evidentemente no me agrada la idea, tenemos que admitir que ahora mismo podríamos tener mayor riqueza y sin pobreza.
El Presidente de Rusia, ladeaba su cabeza hacia un lado — ni siquiera yo he llegado a pensar en eso.
— ¿ cómo puedes tener la mente tan fría? Son personas. — añadía el Presidente de España.
— si, lo sé, pero vamos a ser claros — pausaba brevemente — la mayor parte de la población vivía en la extrema pobreza o estaba a punto de estarlo, ahora es evidente que no es así. Mi propio país por ejemplo. Claro que me duele pensar que los míos están muriendo, pero estábamos al colapso, en todas partes y ahora, podríamos volver a empezar.
— A ver si lo he entendido bien — se masajeaba los ojos el Presidente de Italia — ¿ estás queriendo decir, que les dejemos morir? ¿ a todos los que podamos?
El Presidente Li cogía aire y lo soltaba nasalmente — aunque suene mal decirlo, si.
Se quedaban en silencio mientras soltaba aire del mismo modo que él hasta que el Presidente estadounidense, era el que se disponía a hablar.
— creo que es lo peor que te he escuchado decir Presidente.
— lo siento, pero estamos en guerra y lo seguiremos estando, no podemos pensar ahora mismo en los civiles y luego será peor. Tenemos que ocuparnos de los pocos que vayan a sobrevivir, tener algo en mente antes de que muramos todos, esta claro que viviremos unos pocos y en muy pocos días, todos sabéis que se va a estimar la ley marcial. — pausaba de nuevo — sabéis que tengo razón, tenemos que priorizar.
— no a costa de mis ciudadanos — replicaba el Presidente de Rusia.
— ni de los míos — se unía el de Francia.
— los de nadie — terminaba el de España.
El presidente Li se rascaba tras la nuca y sonreía petulante. — ahora lo veis todo con emoción. Se que habéis perdido amigos, familiares, conocidos, yo también, y lo reconozco, he llorado por todos y cada uno de ellos, pero esto podría beneficiar a los supervivientes.
— por ahora dejemos las cosas como están — se adelantaba el Presidente estadounidense.
— ¿no os dais cuenta que es peor? Dejar que piensen que hay una solución, dejar que tengan esperanzas, es lo peor que podemos hacer. Lo mejor es decir la verdad, ya habéis visto vuestras calles, no hay cordura, por eso es mejor que lo sepan, que si van a morir, por lo menos que sea sabiéndolo y si pueden llegar a tener una oportunidad, que luchen por ella.
Apretaban sus mandíbulas con dureza, sabían que por parte tenían razón, esto se les escapaba de las manos. No encontraban una cura, cada vez morían más, puede que de algún modo tuvieran que darles esa oportunidad de saberlo, saber que solo habían esas dos opciones; morir, o sobrevivir.
— está bien — el estadounidense empezaba diciendo — pero tendremos que ser cuidadosos.
— antes de que tengamos que hablarle a la humanidad y decirles que están solos, sería conveniente sacar de todo ese embrollo a algunos. — añadía el Presidente Alemán.
— explícate — se cruzaba de brazos el ruso.
— bueno, está claro que si vamos a proclamar lo nunca visto, tendríamos que reunir a cietyos grupos de los cuales tuviéramos la certeza de mantener con vida. Médicos, cirujanos, enfermeras, policías, científicos, bomberos, profesores — hacía breve pausa — animales — añadía lo último con un carraspeo de garganta.
— espera espera, ¿ estás pensando en algo así como una arca de Noé? — preguntaba el Presidente de Cuba.
— pues si. Tendríamos que preparar algo parecido para que los que supiéramos que vamos a salvar, sean los que realmente van a dar paso a un futuro.
— entonces también deberían ser salvados los electricistas, carpinteros
— exacto — le cortaba el ruso al Cubano. — de eso se trata. Creo que entiendo lo que quería decir el Presiente Li — pausaba — creo que sería una buena manera de empezar de cero, buscar lugares nuevos y empezar.
— y podríamos dejar caer una bomba nuclear en el proceso — contestaba sarcásticamente el estadounidense. Se miraron todos entre si y en Silencio — ¿ no lo estaréis pensando en serio? Era sarcasmo.
— si y una buena manera de quitarnos a unos cuantos que ya sabemos de encima. Vamos a ser claros, ahora mismo tenemos la mayor parte de África en contra, tenemos que dar el paso nosotros o nos van a exterminar a todos. — concluía el ruso.
Se quedaban de nuevo en silencio, atónitos por lo que acababan de debatir, un debate que iba a durar unas cuantas horas más, un debate que iba a proclamar el fin del mundo con muy pocos para contarlo.
...
Amores, perdón 🙏estos días he estado estudiando... nos vemos mañana
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PANDEMIC
RandomUna guerra biológica llevará a la humanidad casi al exterminio. ¿ podrán encontrar la cura? Esta historia está protegida por derechos de autor (yo) Gracias a tod@s ! Seguirme! Y darle like y compartir para que otros puedan leerlas! QUEDA PROHIBIDA...