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Steve rogers|
NARRADOR| Miedos
El estruendoso ruido del saco de box siendo golpeado inundaba la sala de entrenamiento. La pelinegra estaba enojada con todos y esa era su única forma de sacar el enojo que sentia con todo el mundo, sin lastimar a nadie.
—Maximoff, vas a lastimarte.—La voz de steve llego a sus oídos, logrando que así dejase de golpear el saco de box.
—¿Qué quieres?—Pregunto de mala manera. El rubio la miro, pero ella lo ignoro yendo por su botella de agua.
—Solo vengo a hablar.—Él entro con bandera blanca, como mayormente hacía, oero la pequeña maximoff no estaba de humor para hablar con él, ni con nadie en realidad.
—No quiero hablar.
Aclaro.
—Maximoff, por favor.—Insistió.
—Ellos me ven como una asesina. Si stark firma eso, van a querer meterme en un loquero.—Exclamo con enojo aunque en el fondo solo sentía miedo de lo que fuera a pasar.
La observo en silencio durante varios minutos viendo cada uno de sus gestos. Sus manos estaban temblorosas y sus ojos cristalizados, su respiración irregular.
Por primera vez, el super soldado tomo la iniciativa y se acerco a abrazarla. No dijo nada, solo la abrazo con fuerza.
—Steve, tengo miedo.
Confeso.
—Nadie va a hacerte nada, no mientras yo este contigo.—Le aseguro con mucha firmeza.
—¿Lo prometes?
Asintió ligeramente con una pequeña sonrisa y ella rompió el abrazo para poder mirarlo mejor.
—Lo prometo, todo estara bien.
Steve, sentía la gran necesidad de protegerla de todos los que pudieran hacerle algún daño, no solo por que la quería, sino porque no quería que se repitiera la misma historia que con barnes.
—Gracias, rogers.—Sonrió abrazándolo nuevamente, no quería soltarlo.
—No tienes nada que agradecerme.
—Tengo mucho que agradecerte.
Él apoyo su frente con la de ella. Ambos conectaron sus miradas y se sonrieron.
