Capítulo 14

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Capítulo 14
ellos no tienen nada que ver,
¿cierto?

Billie Jean

Había pasado mucho tiempo. 

Un mes. 

Bueno, tal vez no era tanto tiempo, pero igual era una buena cantidad. 

Había pasado un mes desde que Zade me acorraló contra los casilleros y me había llenado de dudas. Esa tarde, había despertado en la enfermería, sola. No estaba Zade, no estaba la enfermera, no había nadie que me explicara como mierda llegué ahí. Me dolía la cabeza, atrás de los ojos. Me sentía débil y con ganas de vomitar. 

Nadie sabía lo que había paso, el pasillo había estado vacío. Nadie me creería. Además ya había decidido que no le diría nada a Brooke sobre los Collingwood, lo guardaría para mí. 

Pero lo que terminaba de llenarme de curiosidad era el hecho de que Zade prácticamente había desaparecido. No lo había visto en clase, ni en la cafetería, ni en ningún otro lado. Tampoco había podido hablar con alguno de los Collingwood. Michael había dejado de pedirle a Caitlyn que cambiaran de asiento, pero podía sentir su mirada sobre mí. Thomas, por otro lado, parecía estar evitándome. 

La bandeja de comida se posicionó frente a mí, alcé la vista para ver los ojos café claro de Joey mirarme con algo de pesar, quizá era porque estaba un tanto distraída analizando lo que había pasado. A veces, cuando me quedaba sin nada que hacer, comenzaba a analizar lo que había pasado hasta el punto de parecer en otro plano. 

—¿Perdida de nuevo? —preguntó Joey, sonriendo de forma burlesca, ante mi repentino aterrizaje en la realidad. 

—Vive perdida —afirmó Brooke, con una sonrisa ladeada, acababa de llegar con una orden y se la extendía a Joey—. Ahora mueve ese lindo trasero y lleva la comida a la mesa 15. 

Le di una sonrisa notablemente falsa y sarcástica a Brooke, mientras tomaba la bandeja de comida. Ella me la devolvió, mientras tomaba asiento. Era viernes, por tanto, el bar estaba muy vacío, bastante, así que Brooke y yo turnábamos las mesas. Joey no se enojaba ni nos decía nada, disfrutaba de nuestra compañía, era un buen jefe con buenos consejos, además era muy comprensivo. Me puse de pie y caminé hasta la mesa 15.

—Aquí tienen su orden, qué disfruten —dije, dejando la bandeja, solo para toparme con los extraños ojos de Alex—. Oh, hola Alex. Siglos sin verte —hablé con sarcasmo. 

Brooke y Alex cada vez salían más, se había vuelto rutina. Los fines de semana había una salida a cenar o a las únicas tiendas que había en el pueblo. Incluso, Alex había empezado a llevarnos a la escuela. Lo veía todos los días, sin falta. Alex me devolvió la mirada y también formó una sonrisa, rió un poco. 

—Un placer verte de nuevo, Billie Jean —dijo el chico, entonces se giró hacia la derecha, señalando a un chico. El chico era un tanto moreno, con un alborotado cabello castaño miel y ojos claros, pero con el mismo halo amarillo y excéntrico—. Billie, él es André, es el hermano menor de Cirilo. 

—¡Oh! No sabía que Cirilo tenía un hermano, soy Billie Jean, un placer. 

André no respondió, solo asintió con la cabeza, mirándome de forma fija y juzgadora. Bien, no le caía bien al tal André. Sonreí con algo de vergüenza. Incluso Alex tenía cierta vergüenza. Asentí con la cabeza y decidí largarme de ahí, la campanilla sonó y aproveché aquello como excusa, pues debía atender al nuevo cliente. 

Obviamente, no iba a atender a ningún nuevo cliente, solo quería salir de ahí, pero ni bien entré en el campo de visión de Joey, me formó el número cinco con su mano, indicándome que debía atender dicha mesa. Rodé los ojos y caminé a la mesa, sacando la pequeña libre del bolsillo del delantal y tomando el lapicero de mi cabello. 

Sombras [SSC #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora