11. Solo cinco segundos.

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Layla

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Layla.

— ¡ES UN ROTUNDO NO! — Alec nos grita del otro lado cuando le pasamos su disfraz.

Resulta que después de la universidad las chicas, Logan, Ethan, Masón, Alec, Wyatt, Keegan y yo vinimos al centro comercial para buscar sus disfraces. Ethan dijo que vino para acompañarnos, pero yo sé que solo vino para burlarse de los chicos, pero lo que él no sabe es que también es víctima de Maya.

Otra vez.

Maya, Wyatt, Logan, Lucas y Keegan se fueron al otro lado de la tienda mientras Grace, Alec, Masón, Ethan y yo estábamos en los probadores. Masón era el otro que había apostado y que ahora se lamentaba.

— Vamos, Alec, queremos verte. — Dice Grace suspirando ya cansada. Nosotras ya teníamos los nuestros, pero era difícil encontrar los disfraces que tenemos en mente en talla de hombres.

— Son unas... Argh las odio. — Gruñe para luego salir del probador. Grace, Ethan y yo explotamos a carcajadas, su disfraz era de Kim Kardashian, tenía relleno en el pecho y el trasero. Una Kardashian de cabello azul,— No sabía que iban a usar mi amor por las Kardashians en mi contra.

— Masón es tu turno. — Le digo y escucho un jadeo de dolor al otro lado de la puerta antes de salir.

Estaba disfrazado de una polla.

— No... Puede... Ser...

— Me provocó. — Me susurra Grace a mi lado. Le empujo el brazo avergonzada y me sonrojo.

Ethan le saca una foto ganándose que  Masón lo mirará mal. Busco con la mirada a los demás y me encuentro con la mejor escena de mi vida.

— Oigan chicos, miren. — Les señalo al fondo de la tienda y no aguantaron la risa. Logan iba de doctora sexy, Wyatt de Ino Yamanaka del Anime Naruto y debo decir que le queda muy bien, Lucas de la mujer maravilla y Keegan de cat noir.

— Teníamos un trato, Price. — Keegan me gruñe cuando llega a mi lado, le doy una sonrisa divertida.

— Y sigue en pie, Lorusso. Ese disfraz te queda... Bien, aunque tengo dos preguntas. ¿Puedo?

— Te queda una.

«Qué mal genio.» Pensé.

— ¿Dónde dejaste a ladybug? — Me burlo ganándome una mala mirada de su parte.

— Debí haber dejado que ese zombie te comiera o haberte disparado en ese momento. — Dice en voz baja antes de regresar a los probadores. Abro los ojos más de la cuenta sorprendida, así que él era el extraño que me salvó en el pasillo.

Pero entonces encontrarnos en la oficina del director no fue coincidencia, él me estuvo siguiendo desde que me ayudó con ese zombie, pero, ¿Por qué me ayudó? Tal vez... Él quería ser el que me matará en el momento indicado, sí, debe ser.

Broken dreamsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora