Igor debe elegir: lealtad o amor.
❥ AU Carligor (Carlo X Igor)
❥ Publicado originalmente en mi perfil de Twitter @strawlemonberry
❥ Voy a escribir el habla de Igor tal cual lo hace en rol porque me parece adorable
❥ Basado en los personajes de role...
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— ¿Pero cómo cojones se te ocurre?
Carlo dejó escapar un largo suspiro, escondiendo sus ojos bajo su antebrazo izquierdo. El tono de voz de su hermano le dejaba muy en claro que estaba enfadado con él y que no se libraría de una regañina por su parte.
Toni, Jose e Igor se encontraban acompañando al menor italiano en aquella pequeña habitación de hospital en la que tendría que pasar la noche. A pesar de que Carlo le suplicó al ciborg que no lo llevase al centro médico, a Igor no le quedó más remedio que contrariarlo al ver cómo su salud empeoraba con el pasar de los minutos. Igor tenía conocimientos médicos generales pero no los suficientes como para poder ayudarle en ese caso.
— Desapareces durante días y cuando te encuentro estás ingresado en el hospital por una sobredosis. ¿En qué cojones estabas pensando, Carlo?
A un lado de la camilla, Toni miraba con el ceño fruncido al «irresponsable» de su hermano. Jose y él llevaban días buscándolo, pues de la noche a la mañana desapareció después de su reunión express con Salinas. El abogado les confesó que Carlo le había pedido ayuda para conseguir una droga en específico porque «quería distraerse de la realidad un rato y abrir su mente». Lo que Raúl no esperaba es que el joven Gambino acabase con ella en tan poco tiempo.
— Entonces... ¿Me mintió cuandio me dijo quie Carlo estabia bien? — preguntó Igor a Toni, quien giró su cuerpo para poder mirarlo.
— Discúlpame, Igor. No quería mentirte pero entiéndeme, no quería que algo así saliera a la luz.
— Lo entiendio, Toni. — Igor sintió una pequeña molestia. No le gustaba que le mintieran aunque comprendía la situación —. No se preocupie.
De brazos cruzados, Jose observaba al par de hermanos. Se sentía bastante mal por Carlo, al final además de ser jefe y empleado, eran como una familia y su relación con él se había estrechado bastante. Heredia sabía de primera mano lo malas que podían ser las drogas, él se tomaba o fumaba alguna de vez en cuando, pero era consciente de que no todo el mundo tenía su autocontrol con ese tema y lo último que quería era ver a Carlo cayendo en una adicción.
— Carlo, yo entiendo que hayas estado estresado y quisieras pegarte un viaje guapo — comentó Jose —. Pero irte sin avisar ni siquiera a tu hermano y encima sufrir una sobredosis... Eso es peligroso.
Los tres hombres centraron su vista en Carlo, esperando algún tipo de respuesta. El aludido dejó caer su mano a un lado de la camilla, encontrándose con el techo grisáceo. Una presión en su garganta le dificultaba aún más el hablar, como si estar atontado por la medicación que le estaban inyectando en vena no fuese suficiente.
— Lo siento — susurró con una voz áspera. Sus ojos pasaron por todos los presentes hasta quedar fijos en su hermano —. Non dirlo a mamma, per favore.
