𝑅𝑜𝑠𝑒́ (yumark) EN EDICIÓN

1

— ¿Por que irías con un vestido de Frozen a la playa?

Revolvió los huevos intentando dejar la yema algo blanda justo como le gustaba.

— ¿Que es un vestido Frozen Makku? Quiero usar el vestido que usó Elsa. — La niña rodó los ojos desesperada, el nunca la entendía.

— Lo que sea. El punto es que las personas usan bañador para ir a la playa Rosé, no usan vestidos de princesas.

— ¡Oye papá! Elsa es una reina. — La niña frunció el ceño. — ¿Acaso no me prestas atención?

— Oh Dios, ¿A quién saliste tan dramática? — Mark se giro dejando los huevos en el plato justo al lado de sus mini salchichas y su pan tostado. Todo un desayuno americano.

— ¿Me vas a dar? — preguntó la menor mirando su plato con anhelo.

Mark trató de contener su risa porque sabía lo mucho que está se enojaba cuando se reía de ella, pero es que se veía tan tierna con su disfraz de Mulán mientras pasaba su lengua por sus labios mirando su desayuno con deseo.

— Lo siento jovencita pero el pediatra dijo que debe desayunar cereales porque necesitas...

— Carbohidratos y fibra. — completó rodando los ojos. — Pero no quiero comer cereal. — La niña se quejó haciéndole pucheros y girándose para mirarlo ya que se había sentado a su lado. — Papi....

— ¿Ahora me dices papi? — alzó su ceja acercándole el plato con cereal y comiendo de sus huevos.

— Siempre eres mi papi. — la niña habló con voz tierna y Mark no se pudo resistir así que termino llevando un poco de su propio desayuno a la boca de su pequeña y está sonrío feliz.

— Siempre me convences Rose. —Negó con la cabeza y alejó el plato de cereal porque sabía que está nunca se lo comería.

— ¡Rosé, el tío Hyuck te está esperando!

Mark suspiró intentando no enojarse. — ¡Rosé!

—¡No encuentro mi disfraz de Jazmín!

— ¡No vas a usar un disfraz para ir a la casa de la abuela! — Mark volvió a entrar a la casa dejando la mochila de la menor justo al lado de la puerta de cristal, casi tropezando con el castillo de Disney de Rosé.

Escuchó como la pequeña bajaba las escaleras con los pantalones que según recordaba eran parte del disfraz de Jazmín y no llevaba nada arriba más que su delicado rostro con un puchero.

— ¡Alguien me robo!

Mark apretó los labios y golpeó varias veces la puerta de vidrio haciendo que Donghyuck prestará atención y entrará inmediatamente. Se acercó a el tomándolo del cuello.

— Haz algo, te hace más caso a ti. Estoy harto. — susurró al borde del llanto si le preguntaban a Donghyuck, este asintió y le dio unas cuantas palmadas en la espalda.

— Todo bajo control.

Pasaron diez minutos en los que Mark se la paso recostado en el sofá con los ojos cerrados, luego escucho como bajaban las escaleras mientras reían así que se incorporó. Como era de esperarse, Rosé llevaba un lindo vestido de flores, uno normal. No de princesa de Disney, amaba a Donghyuck.

— Te amo. — susurró mirándolo.

— Yo también me amo, y amo a Rosé, ¿o no?

Rosé rió cuando Donghyuck la alzó y la puso en su espalda para luego correr afuera hacia el auto. Mark sonrío suspirando y cerró la puerta tomando el celular del menor que había dejado en la mesa y la mochila de Rosé.