Después de hablar con su madre había ido a recoger a su hija en casa de Doyoung, la llevo a casa y la abrazo como nunca antes lo había hecho, pues nunca había imaginado la posibilidad de perderla.
A la mañana siguiente despertó por el constante golpeteo al timbre de su casa, se le hizo extraño ya que nadie lo visitaba a esas horas pero camino más rápido al pensar que tal vez era el sastre con el vestido de Rosé para la boda.
Abrió la puerta encontrando a alguien algo inesperado.
-Yuta...-susurró sorprendido.- ¿Qué haces aquí?
-¿Al menos me invitaras a pasar?
Mark sacudió su cabeza haciéndose a un lado mientras dejaba pasar al más alto. Suspiró mirándolo con disimulo, a Yuta siempre le había importado su forma de vestir, siempre se esforzaba por estar al último grito de la moda, amaba eso, amaba ser modelo y nunca lo podría negar.
Tocó su cuello sin saber que decir.
¿Era incómodo tener a tu ex cerca? Imaginate tener al padre de tu hija oculta desde el nacimiento que estaba a punto de quitártela.
-Yuta yo...
-Honestamente no quiero hablar contigo Minhyung. -hizó una mueca poniendo las manos en los bolsillos de su abrigo. -Siento que si conversamos terminaré gritándote y será peor.
Mark asintió a sus palabras tragándose sus nuevas justificaciones, tal vez otro día, no cerca de Rosé.
-¿Entonces que deseas?
-¿Puedo sentarme? -preguntó mirando el sofá, Mark asintió intentando no rodar los ojos. Estaba actuando como un real idiota. Quiero que le cambiemos el apellido a Rosé.
La sorpresa de Mark no fue poca. Para nada, casi muere en ese mismo instante más sin embargo empezó a reír.
-¿Para qué o por qué? -al ver a Yuta serio también lo hizo. -No, ella está bien siendo una Lee.
-El primer apellido no es del padre de vientre, lo sabes. -dijo irritado.
-No me interesa Yuta, Rosé...
-¿Papi? -la pequeña bajó las escaleras lentamente abrazando su peluche. -¿Yuta?
La niña soltó un jadeo y corrió hacia los brazos del peliblanco.
-Rosé. -sonrió abrazándolo.-¿Como estas princesa?
Mark miraba todo sin creerlo. ¿Que era todo eso?
-S-se conocen. -afirmó.-Se conocen.
-Si, Yuta es mi amigo. -sonrió. -Mira este es Nini, me lo regaló mi papi. -dijo mostrándole el peluche.
-Rosé amor, ¿Por que no vas a cepillar tus dientes?
-Ya lo hice. -respondió sin mirarlo.
-Pues ve a quitarte la pijama. -dijo soltando una risa.
-Quiero estar con Yuta. -lo miro con un puchero.
-No me iré a ningún lado, lo prometo.-sonrió.
Mark rodó los ojos. Promesas de Nakamoto Yuta, JA, ya empezaron.
-¿En serio? -preguntó emocionada.
-Si, es más, presiento que pasaremos mucho tiempo juntos de ahora en adelante. -Yuta lo miró por unos cuantos segundos para luego regresar su mirada a Rosé.-¿Sabes? Ve a cambiarte, cuando bajes te diré un secreto.
Rosé saltó aplaudiendo emocionada.
-Papi, Yuta me dirá un secreto.-sonrió.
-Wuuu, si. Ve arriba Chaeyeong.
La niña corrió arriba mientras uno de sus padres miraba asustado como subía.
-¿Chaeyeong?-pregunto frunciendo el ceño.
-Es su nombre coreano. -respondió sin mirarlo. Le incomodaba la presencia de Yuta.
-Olvida lo del apellido.-dijo cruzando sus piernas y apoyándose en el sofá. Mirándolo de manera retadora. -Por ahora.
-Entonces, ¿Que quieres?-pregunto algo asustado.
-Quiero decirle ahora que soy su papá.
Mark se incorporó.
-Yuta no...
-Si, podemos y lo haremos. No voy a ser un secreto Mark así que le vamos a decir cuando bajé y quiero que te conste que no seré el malo de la historia.
Mark tomo una respiración mirando un punto muerto. Bien, esté era el momento en el que llegaba Superman y lo salvaba de este desastre.
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𝑅𝑜𝑠𝑒́ (yumark) EN EDICIÓN
Hayran KurguEl tiempo ayuda a descubrir todo, en especial las mentiras. Hicieron falta seis años para que Yuta descubriera la gran mentira de Mark y las consecuencias serán fatales. ^ M-preg ^ Cambios de edades ^ Cambio de alturas ^ Adaptación de @lipseo!