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Yuta estaba tan feliz de haber podido sostener a sus bebés en sus brazos. Eran hermosos, eran los niños más perfectos y preciosos que había visto en su vida obviamente incluyendo a Rosé. Sus mejillas parecían ser tan suaves y sus ojitos que podía apostar serían como los suyos estaban cerrados, sinceramente Yuta se sintió enamorado.

Ahora sólo faltaba ver al creador del 50% de aquellas criaturas tan hermosas, el hombre de sus sueños, su novio, Mark Lee. Caminó hacia el doctor y le pregunto si podría ver a Mark ya que habían pasado dos horas y el canadiense aún estaba durmiendo esté dijo que podría entrar pero que dejará que despertará sólo. Eso lo mantuvo feliz, entró a la habitación y ver a Mark sin esa gran panza lo hizo sentir triste por unos segundos hasta que recordó que sus hermosos hijos estaban durmiendo y que ahora los podrían tener en sus brazos. Se quedó media hora sentado a su lado mientras revisaba su celular hasta que vió al contrario moverse.

-Makku...

-Yuta -abrió sus ojos pestañeando repetidas veces para adaptarse a la luz. Miró su vientre y luego a sus lados notando todos los globos azules que habían.-¿Y mis bebés?

-Los bebés están en la incubadora.

-Quiero verlos. -dijo, aún se notaba algo desorientado. -Por favor, ¿donde está Rosé?

-Con sus abuelas. -Sonrió tomando su mano.

Mark sonrió y tocó su mejilla atrayendo a Yuta y dejando un casto beso en sus labios.

-Búscame a mis bebés.

-Como digas. -sonrió y se puso de pie para ir por una enfermera que trajera a los pequeños. -Solo te advierto algo...

-¿Qué? -Mark se asustó. -¿Paso algo malo?

Yuta hizo una mueca ya con la puerta abierta. -Son demasiado hermosos Mark, no se si lo puedas soportar.

El rubio saco todo el aire contenido y lo miró con el ceño fruncido, Yuta soltó una risa y se dispuso a ir a buscar a los pequeños.

Cuando Mark vio a Yuta entrar con un pequeño bulto en sus brazos y a una enfermera por igual no pudo más y llevo sus manos a su boca soltando pequeñas lágrimas mientras sonreía.

-¿Uno a uno? -preguntó la enfermera.

-No, no, los quiero a los dos. -respondió rápidamente. -Yo puedo. -sonrió y la enfermera asintió poniendo el primer bebé en sus brazos.

-Esté nació primero. -luego Yuta con toda la delicadeza del mundo puso al otro apoyado en su otro brazo. -Y ese nació cuatro minutos después.

Mark los miró a ambos soltando una risita, no podía dejar de sonreír, en serio, aunque viniera el mismo presidente y le pidiera que dejará de sonreír no podría porque estaba feliz, estaba feliz de ya tener a sus hijos en sus brazos.

-Quiero a Rosie aquí. -hizo un puchero mirando a Yuta.

-Estaba comiendo algo, pero ya llame para que la traigan, ¿si? -Mark asintió y volvió a mirar a sus bebés que habían empezado a mover sus manitas, ambos.

-Tienen mi nariz. -dijo con orgullo. -Apuesto que tienen mis ojos.

-Por supuesto. -sonrió acariciando la mejilla de uno de los bebés.

Continuaron hablando sobre los parecidos que veían hasta que la puerta se abrió dejando ver una pequeña con cabellera negra y ojitos brillantes. Rosé sonrió desde que vio a sus papás y más al notar cómo cada uno sostenían lo que parecían ser sus hermanitos.

-Papi. -gritó en un susurro acercándose. -¿Son mis hermanitos?

-Hola princesa. -sonrió y miró a Yuta -¿Ves? Ella es totalmente tu. -susurró y Yuta rodó los ojos con una sonrisa. Mark regresó la vista a su hija. -¿Quieres conocer a tus hermanitos?

-Si. -salto. -Y me lave las manos.-dijo mostrando sus manos feliz.

Yuta se hizo a un lado para dejar a la pequeña sentarse al lado de Mark en la cama, obvio le advirtieron que no podía moverse mucho y la pequeña asintió llevando su dedo a sus labios porque "mis hermanitos están durmiendo" y ellos asintieron de acuerdo. La pequeña los miraba maravillada.

-Sus narices son iguales. -señaló. -Y esté tiene más cachetes, ¿se comió la comida de esté bebé? -preguntó con un puchero señalando el bebé que Yuta tenía en sus brazos para luego señalar el que Mark sostenía.

Continuaron hablando y respondiendo las preguntas de la pequeña de la forma más honesta hasta que la puerta se abrió mostrando a su, gigante familia. Donghyuck soltó un chillido y tomó una foto rápidamente.

-¡Que hermoso cuadro familiar! -entro acercándose a mirar a los bebés. Son hermosos chicos. Parecen que en lo único que son buenos es haciendo bebés. -susurró sin mirarlos, muy concentrado en los pequeños.

-Siempre es tan grato verte Nakamoto Donghyuck. -dijo con sarcasmo Mark recibiendo un beso en la mejilla por su mejor amigo.

-Lo se, me amas.

Los demás siguieron entrando y viendo a los bebés, Shin Hye pidió sostener a uno y Yuta lo miró antes de aceptar, Mark soltó una risa y asintió y así Yuta le entregó el bebé con calma y delicadeza.

-Entonces, ¿como se llaman? Son idénticos y no se quien es quien pero tampoco se los nombres. -dijo Doyoung tocando la manita del bebé que su tía tenía en brazos.

Mark miró a Yuta con un puchero y este se encogió de hombros.

-Pensamos en Shotaro y... -empezó Yuta.

-Riki -terminó Mark.-Aunque como vivirán acá los nombraremos por apodos.

-Si, pensamos en Taro y Niki. -dijo Yuta con una sonrisa.

-Ay, el pequeño Taro y el pequeño Niki, me encantan. -aplaudió Donghyuck haciendo que todos rodarán los ojos.-Los apruebo, Rosé, ¿te gustan? -Mark rodó los ojos porque nunca le diría así a sus hijos.

-Si tío, yo sólo quiero saber cuál es cual siempre. -dijo la pequeña con un puchero y todos rieron enternecidos con la pequeña, Mark la atrajo a un abrazo dejando un beso en su frente.

-Yo también pequeña.

-Y yo. -susurró Yuta.

Mark lo miró sonriendo decidiendo que luego investigarían como identificar a sus propios hijos.

🌷Nakamoto Shotaro (Taro)

🌷Nakamoto Riki (Niki)

🌷Nakamoto Roseanne (Rosé)















Holas ya nacieron los wawas tan lindos

𝑅𝑜𝑠𝑒́ (yumark) EN EDICIÓN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora