Fase Heurística

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Título Alternativo: Moralidad y otros datos Bioéticos.

~*~

Si no podía matar a Ethan, matar a la maldita gata sería un verdadero placer.

Esa maldita cosa mimada con patas le provocó varias de las cicatrices que se cargaba. Su dueña está muerta. Bien, pues era hora de que se reúna con ella en el más profundo de los círculos del infierno. Por lo que le arrebató el cuchillo de las manos a Ethan y se acercó para entrar a la alacena. Y si no fuera porque el americano lo tomó del brazo para detenerlo, de verdad ya estaría encima de ese animal para acabar con el mismo de una vez por todas. ¿Cómo es que estaba viva? Sí, sabe que ese gato está mutado, pero la radiación invariablemente debía haberlo matado. Por donde sea que haya ido durante su tiempo despierto no ha encontrado más que pruebas de que los animales que estaban para el ganado no sobrevivieron. Miró hacia Ethan con gesto fruncido.

"¿Qué crees que haces?" Preguntó desesperado el americano.

"Déjame explicarte por si no lo entiendes" Le respondió mientras señalaba el cuchillo ". Voy a matar a ese gato".

Y cuando estaba por volver a intentarlo, Ethan volvió a detenerlo. No pudo evitar poner los ojos en blanco por la frustración. ¿Ahora resultaba que Ethan era defensor de los animales? Eso es absurdo. Y no es como que los animales tengan sentimientos como tal, son simples proyecciones generadas por el ser humano. Pero la mirada de Ethan estaba brillando, estaba determinado a no permitir que levante el arma en contra de la felina. La miró por el costado y juró por un instante que le devolvió un gesto de burla. Era inconsciente ese reflejo, debe de ser eso. El gato ni siquiera debe de saber lo que estaba sucediendo. Tenía mayores cosas que hacer sosteniendo las tablas de madera sobre su lomo para no terminar aplastada.

"No, no lo harás" dijo lacónicamente Ethan ". Si está viva es por algo, así que no permitiré que la mates por cualquiera que sea tu maldita razón de hacerlo".

Muchas razones tenía, pero dudaba que alguna fuera conveniente para su ponencia. Ethan se había puesto delante de él, por el costado izquierdo, utilizando su cuerpo como escudo sobre el animal. Bien, que lo intente. La maldita de Perséfone era una mimada reacia a los extraños. Y por lo que notó, Ethan no se topó con ella durante su visita al castillo. No puede salir nada bien de esto. Y si la gata termina atacando a Ethan no le ayudaría, no lo salvaría. Se lo merecería por haberse interpuesto como salvador y defensor de la vida. Patético. Ethan es el último en tener derecho en eso, pensó Karl mientras bufaba y se cruzaba de brazos.

"Bien, adelante, domador de bestias" exclamó al final mientras le daba espacio a Ethan hacia la alacena.

Winters puso los ojos en blanco y lo empujó. Había que admitir que era un imbécil osado. Por lo que caminó algunos pasos atrás y puso sus manos sobre sus caderas. Miró el cuerpo de Ethan, específicamente su culo. No estaba mal. Aun así, puso atención en cómo Ethan se agachaba y se hincaba sobre una de sus piernas mientras estiraba su mano derecha para dejar que el gato lo huela. Se acercó más y más hasta estar cerca del desastre provocado por la tonta gata. Y quitó las cajas y latas que estaban aplastando al animal, cuidando que los cambios de pesos no provoquen mayores derrumbes y que las tablas de madera podrida no lastimen al animal. Le hablaba repetidamente en un tono ligero sobre que no le haría daño. No pudo evitar rodar los ojos con lo absurdo que eso le resultaba. Aunque el gato de Dimitrescu era uno mutado, no le dejaba de parecer algo rebuscado. Pero que pareció funcionar bien. Jamás entendería el funcionamiento racional de los animales, supuso en un suspiro hastiado y poniendo las manos sobre las caderas. Ethan se acercó más y más hasta que estuvo dentro del rango de espacio del animal. Y, a diferencia de lo que esperó, la gata no lo atacó. Caminó con cautela, revelando que era más grande de lo que parecía. Se acercó y olió sus dedos y lamió un poco. Ethan volvió a hablarle y decirle que estaba bien, que no le haría nada malo. Para después aceptar los brazos de Ethan, saltando sobre el americano, y dejarse ser cargada de vuelta fuera de la alacena.

Sentimientos y otros Factores de SupervivenciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora