Fase Hermenéutica

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Título Alternativo: Retórica del viaje del Héroe.

~*~

El tiempo avanzó inexorablemente.

Realmente le sorprendió el cambio de rumbo que tuvieron las cosas. El plazo estaba dando espacio a una gran oportunidad de situaciones que le enseñaban nuevos aspectos por los cuales valía la pena salir adelante. Sea como sea, estaba vivo y tenía que seguir adelante. ¿Cuáles eran las razones? Seguía siendo confuso y no es como que hayan podido encontrar muchas respuestas alrededor de ello. Pero todo eso les ha dejado poder crear una especie de rutina. Una forma de poder comprenderse entre sí. Iniciando desde cero, dejando atrás todo lo que fueron o intentaron ser.

No valía la pena. Lo sabía. Sabía que seguir aferrándose a lo que en su piel se tatuaba con sus ayeres sería como un ancla que no les permite seguir adelante. Que no les dejaría poder dar ese borrón y cuenta nueva. Las cuestiones y prejuicios se volvían cuestiones latentes al momento de querer intentar saltar y atreverse. Estaban frente a una nueva oportunidad. Y si Heisenberg estaba dispuesto a intentarlo, él no podía ser menos fuerte o capaz. Él también podría intentarlo. Muchas de las palabras hirientes y las disputas a las que se enfrentaron sólo dejaron ver cuán heridos y asustados estaban. Y que habían muchas cosas que tenían cierto tinte de razón. Por más que le duela o le moleste. Era cierto que no es la persona con la mejor ética. También mató y no dudó en llenar de balas a todos los que se le cruzaban en el camino. Sea como sea, había asesinado. Aún si se trata de sobrevivir o de recuperar a su hija. Pero, desde su perspectiva moral, eso fue lo mejor.

Entonces, desde la perspectiva moral de Heisenberg, el haber experimentado con cadáveres fue la mejor idea para poder sobrevivir. Para evitarse la molestia de los sufrimientos o de las ponientes sobre la vida. Eran cuerpos reconstruidos con una gran serie de partes mecánicas que ayudaban a construir cierta fortaleza. No es como que pueda cuestionarlo o juzgarlo en su totalidad. Y tal vez intentar quitarse esos prejuicios fueron en verdad un gran paso y ayuda para seguir adelante con lo que se les venía encima. Le ayudaba a comprender e, incluso, empatizar. Había mucho por lo cual explorar y vale la pena intentarlo sea como sea. Si estaba vivo, debía ser por algo. Si Heisenberg no lo ha matado, es también por algo. Porque no importa cuán enajenado sea, el hombre seguía siendo un humano. Y todo ser humano es social por naturaleza. Así que decidió intentarlo.

Fácil no fue. Nunca lo sería. Heisenberg es cabeza dura y bastante orgulloso para reconocer ciertas cosas. Especialmente cuando se trata del hombre mismo y de sus emociones. Lo ha notado. Se guarda muchas cosas. Lo cual es sorprendente dado que Heisenberg es un bocota por excelencia. Pero era sumamente selectivo con las palabras. Cuidaba dejar la fachada dramática que exuda con su personalidad petulante. Pero inconscientemente era bondadoso. No es que se lo quiera dejar en vista. Pero lo ha visto.

Y Perséfone se había vuelto un soporte grande para él. La gata lo seguía a todos lados y era tranquila. Y le gustaba ser mimada. Así que era bueno tenerla como compañía dentro de las enormes paredes del castillo Dimitrescu. Pues Heisenberg decidió que ese era el mejor lugar para refugiarse. Esto era por los recursos, la lejanía y el estado de la construcción. El hombre de lentes polarizados le explicó el funcionamiento del ala de sirvientes y dónde se encontraban los paneles de control de todo los esenciales. Lo demás corría por su cuenta y podía presumir que su entendimiento era bastante acelerado como para poder comprender cada uno de los mismos controles entre sí y qué hacer con ellos durante los pasados casi tres meses desde que despertó. Han pasado, entonces casi diez meses desde lo ocurrido con Madre Miranda y con Rose.

Decidió no perder la temporalidad del exterior. Suponía que era un gancho de razón en medio de la búsqueda de poder salir del pueblo lleno de radiación. Así que decidió escribir todo en cartas para Rose. Cada noche le escribía algo a su hija. Contándole lo que ocurría en el castillo, lo que hacía Perséfone o incluso sobre las interacciones con Heisenberg. Terminaría con un pequeño dibujo y sabría que seguía el tiempo avanzando sea como sea. Era bastante bueno tener eso como medio de escape. Poder escribir todo lo que le llena la cabeza en diarios y en las cartas a Rose. Aunque no sea probable que la vuelva a ver. El recuerdo era su esperanza, al final. Por más lejos que esté, seguía ahí y debía aferrarse a la misma. Sólo así podría también seguir adelante. Comenzar desde cero no significa deslindarse de todo lo que fue y todo lo que vivió. Sería negarse. Y le funcionaba para seguir adelante. Para ser fuerte y para poder ir día a día con lo que se venga.

Sentimientos y otros Factores de SupervivenciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora