Capítulo 20

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Niall era indecentemente guapo, con sus rasgos irlandeses y su erótica boca. Llevaba el pelo despeinado hacia un lado y aún húmedo de la ducha matutina; parecía un príncipe ruso extraviado que viniera a reclamar su corona.

Excepto que era un impostor, y no sólo en un aspecto.

—¿Te vas a ir? —Cogió el termo y se sirvió otra taza de café, proporcionándole a ________ el dudoso privilegio de admirar su cuerpo esbelto y elegantemente musculado mientras estiraba el brazo. Recordaba más cosas; la falsa cicatriz, en la parte inferior de su cadera. Su piel, caliente y suave...

________ despertó bruscamente de su sueño erótico:

—Eso es lo que querías, ¿no?                                                   

—Probablemente facilitaría las cosas. Pero no es mi intención presionarte. Lo pregunto por pura curiosidad.

—Nada me moverá de aquí hasta que Sally se haya muerto —le espetó—. Hagas lo que hagas.

—¿Y qué crees que haré? —replicó Niall—. Ya me has dicho que llamarás a la policía si vuelvo a tocarte sin que tú me lo hayas pedido.

—Y yo te he dicho que eso será cuando las ranas críen pelo...

—Chicos, chicos. —Warren entró en la habitación, parecía asquerosamente contento para estar involucrado en una conspiración criminal que tenía como objetivo estafar a su hermana moribunda—. ¿Ya os estais peleando otra vez? Llevais toda la vida igual. Le he comentado a Patsy que seguís discutiendo tanto como siempre, pero espero, por el bien de todos, que durante algún tiempo sepais mantener vuestras diferencias al margen.

—No. —Fue la respuesta de ________, que se levantó de la mesa.

—¿Ni siquiera le das los «buenos días» a tu tío Warren? —preguntó apesadumbrado, él, que era el ser menos sociable de la faz de la Tierra.

—Habla con tu «sobrino» —dijo ella deliberadamente, y abandonó la habitación, sin importarle ya si daba o no la impresión de estar huyendo.

En efecto, estaba huyendo.

—¿A qué ha venido todo esto? —inquirió Warren, ocupando el asiento que Patsy había dejado libre en el extremo de la mesa y sirviéndose un café.

Niall se limitó a encogerse de hombros.

—Ya conoces a ________, tiende a exaltarse por tonterías.

—Pues esa no es la ________ que yo conozco. En realidad siempre ha sido un jovencita callada y reservada, una perfecta Horan.—Había en su voz un leve indicio de soberbia que Niall no lograba comprender.

—Es curioso que la perfecta Horan no sea para nada una Horan —comentó perezosamente, expectante ante la respuesta de Warren.

Pero Warren ya estaba de vuelta, era un viejo zorro con el alma de un político y la moral de un hombre de negocios. No contaría nada que no le interesara revelar.

—La vida está llena de rarezas —dijo—. ________ está mucho más alterada que la última vez que la vi. Me imaginé que era debido al estrés por la inminente muerte de Sally. Siempre ha estado muy unida a ella. Pero ahora se me ocurre que puede que seas tú la causa de su reciente irritabilidad.

—A lo mejor conmigo saca a relucir su parte más oscura —sugirió Niall.

—Pues que no lo haga. No podemos permitirnos el lujo de crearnos enemigos innecesarios. Puede complicar mucho las cosas que ________ sospeche de tu identidad. Nada que no pudiéramos arreglar, por supuesto, pero hasta donde sea posible, quiero que todo vaya como la seda.

El impostor (ADAPTADA) |Niall Horan|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora