Un entorno lleno de ambiciones y decisiones egoístas de dos padres cuyas empresas se encuentran en la cúspide de su carrera y prestigio, pero entre más alto escales la caída es más fuerte por lo que recurriendo a todos los medios que tienen a su alc...
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Desperté temprano, ya que mis tutores llegan alrededor de las 6:00 am y terminan a las 5:00 pm, realmente cansado y es que a papá le gusta mantenerme ocupado todo el día aburriéndome con 10 materias al día y no conforme a las 7:00 pm tengo clase de música todos los días.
No es que esté cansado de esta rutina pues realmente me gustan todas las materias que estudio en especial la de música y matemáticas que ya sabrán mis razones, pues Leandro sigue dándome tutorías, dos veces a la semana durante una hora.
Prácticamente es más como una rutina desde hace tiempo, además de ser un capricho mío por querer verlo, porque no es que realmente no entienda lo que me enseñan es que él desde hace tiempo se volvió una persona ocupada por los negocios de su padre siendo uno de los CEO de las grandes franquicias por lo que no siempre puedo verlo así que aprovecho las clases para poder estar cerca de él.
Es por eso que acordamos vernos dos veces a la semana con el pretexto de que soy "UN NIÑATO ESTUPIDO" como el suele decirme todo el tiempo y que realmente al pasar los años sigo sin entender las matemáticas, o eso es lo que ellos creen.
Después de darme una ducha rápida, baje al comedor en el que Carla una mujer de mediana edad, parte de la servidumbre como cocinera me sirvió mi desayuno de todos los días, el cual consistía en rollos de jamón acompañado de cuadritos de queso parmesano, un plato de fruta con granola y por último un vaso de agua. Papá no permite que Carla me dé según él alimentos que contengan gran cantidad de calorías ni azucares, pero él no sabe que a escondidas me gusta almacenar en mi recamara una docena de papas fritas que compro en el super después de salir de las clases de música o que algunas veces en las que él no se encuentra disponible en casa, le pido a Carla que haga porciones pequeñas para mí de comida "grasosa" como suele decirle a los tacos de pastor, pozole, zopes, enchiladas, flautas, mole con arroz, en fin ya no les digo porque se me antoja en resumen Carla lleva tantos años trabajando para nosotros que en cuestión de comida ella me consiente, no conozco ninguna mejor cocinera que ella. No es como si fuese mi madre si no como alguien protectora y consentidora, es una de las personas a las que más le tengo cariño en esta casa.
Al terminar voy a mi estudio en el que espero a mis profesores y entre ellos a Leandro que después de pasar ansiosamente las primeras 9 horas, él llega al fin sentándose en frente de mí.
-Que tal niño, saca tus cuadernos o lo que sea que tengo prisa-dice mirando su celular como siempre lo hace y hablándome en un tono altanero.
Sin embargo yo no hago reparo en lo que me dijo, solo lo observo, él siempre tan elegante llevando grandes camisas blancas, negras o grises ya que es como mayormente suele vestirse con pantalones de vestir y sus usuales mocasines de Gucci, su cabello ligeramente peinado hacia atrás, no puedo dejar de verlo me emboba, es guapísimo. Mis pensamientos se interrumpen cuando acerca su rostro al mío en menos de 10cm, me pongo nervioso.
Ladea la comisura de su labio-¿Te gusto o qué?, que no dejas de verme como un total idiota-sonríe irónicamente.
Yo solo ladeo el rostro avergonzado y frustrado, MALDITO quien se cree.
