Un entorno lleno de ambiciones y decisiones egoístas de dos padres cuyas empresas se encuentran en la cúspide de su carrera y prestigio, pero entre más alto escales la caída es más fuerte por lo que recurriendo a todos los medios que tienen a su alc...
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Silencio. El cuarto estaba en total silencio al querer despertarme, pues en cuanto fui consiente sentí una punzada fuerte en mi cabeza y mis párpados pesados al querer abrir los ojos. Es como si no hubiera dormido en mucho tiempo, me estiré por toda la cama percatándome que está vacía y fue cuando desperté de golpe y me senté. Solo así recordé que estaba totalmente desnudo así que agarre la toalla y me cubrí. En ese momento vi entrar a Leandro con una bandeja de comida.
-Buenos días - Dijo acercándose para sentarse a un lado de mi. Para ese momento yo era incapaz de verlo a los ojos de lo avergonzado que me encontraba por la forma en la que dormí con él.
-¿Qué pasa? - Fijó su mirada en mí.
-No es nada-Digo aún sin mirarlo.
-Te traje para que comas- Seguí sin contestarle ni mirarlo por lo que él pareció comprender.- No vi nada, de verdad quería pero no lo hice.
Lo miré y vi que hablaba en serio así que solo asentí sonrojado. Nos quedamos unos segundo callados y él se paró y dejó la bandeja sobre el buro, volvió a sentarse a mi lado.
-¿Por qué tan tímido?
-Por que es raro que me trates así que de repente entre nosotros no haya peleas o que incluso ya no me llames "Niño Estúpido" tú actitud me desconcierta.
-Puede parecer extraño y confuso, pero no estoy jugando, todo lo que hago y digo es realmente serio, entiendo que no me creas y esta bien, es mi culpa pero ten en mente que esto es en serio- Dijo tomando mi mano. Entrelace nuestras manos inseguro.
-¿Y ella? - Dije con temor a su respuesta.
-No hay ninguna, ellas... - Suspiro tomándose el tiempo para explicarme - Solo trata de olvidar eso, ninguna de ellas fueron realmente mis novias, te juro que no tengo ningún tipo de relación con ellas.
Lo miré inseguro pues era difícil creerle después de todo lo que había visto. Solté su mano.
-¿Qué quieres de mi?
Pareció sorprenderle mi pregunta así que sin previo aviso me beso, su beso fue suave y tierno.
-Quiero esto y más.
-¿Por qué?
-Por qué me enamoré de ti- Y eso fue más que suficiente para lanzarme hacia sus brazos y abrazarlo. Y para creerle por completo. Correspondió a mi abrazo pegándome a él.
Nos quedamos unos momentos así hasta que me beso esta vez por un largo rato, nos separamos cuando nos faltaba el aire.
-Déjame demostrártelo, te juro que trataré de eliminar esa imagen que tienes de mi- Vi que en su mirada había preocupación y desespero por lo que no dije nada y lo volví a besar.
-Si sigues así no podré contenerme- Dijo al terminar de besarnos tocando levemente mi trasero por lo que me sonroje.
-Tendrás que ganártelo- Dije al levantarme de su regazo y sonreí triunfante cuando se quedó sorprendido por lo que me fui al baño a vestirme.
