Capítulo 23

30 6 0
                                    

Parte de la noche no deje de llorar, sentía que estaba expulsando todo lo que yo traía dentro y que me atormentaba

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Parte de la noche no deje de llorar, sentía que estaba expulsando todo lo que yo traía dentro y que me atormentaba. No sé en qué momento me quedé dormido solo sé que desperté escuchando mi celular, era raro por que hoy era sábado, no tendría clases.

Revisé mi celular y era Santiago quien ya me había llamado como ocho veces en la mañana, por lo que decidí contestarle.

-Bueno-dije adormilado.

-¿Estás bien? Te estuve llamando ayer y no contestaste, ni siquiera abriste mis mensajes.

-Estoy bien- Dije aun más despierto después de recordar la noche de ayer.

-Te escuchas raro, ¿Estas enfermo? - No me había percatado que mi voz sonaba gangosa y mi garganta rasposa así que debí d e haber pecado un resfriado ayer.

-Creo que no.

-Iré para haya, definitivamente no estás bien.

-También tengo algo que hablar contigo.

-Si, lo sé- Escuché su voz apagada después de decirlo.

-Bien, pero de verdad no necesitas venir.

-Iré y punto - Colgó sin dejarle responder. Suspiré y volví a acostarme, tenía escalofrío y me tape por completo, de seguro Leandro no está en la casa, si no ya hubiera escuchado a una de sus amantes, me sentí aliviado de poder hablar tranquilamente con Santiago de lo que pasó ayer.

Estuve a punto de quedarme dormido cuando escucho la puerta de mi habitación abrirse. Asomé un poco mi cabeza por las sábanas y vi a Santiago acercarse a mi. Se sentó en la cama y tocó mi frente.

-Tienes Fiebre- Se levantó preocupado y fue al baño, se tardó unos segundos y volvió con una toalla húmeda que puso en mi frente.

-Viste la foto- Sentí mis ojos llorosos y el asintió.

-¿Es ese beso por lo que estás así?

Comencé a llorar descontroladamente y él me abrazó.

-Perdón, de verdad discúlpame- Sentía como acariciaba mi cabeza con intento de consolarme.

-No tengo nada que perdonarte, ambos lo sabíamos, siempre tuvimos muy presente los sentimientos de cada uno.

-Pero... Yo te di esperanzas.

-Y yo lo acepté, no hay nada que yo no haya sabido de tu parte- Seguía acariciando mi cabeza mientras yo me calmaba poco a poco recargado en su pecho.

-Es que no puedo evitar sentirme mal por lo que acaba de pasar y porque tengo que recurrir a ti para decirte sobre mis problemas y sentimientos hacia él.

-Soy tu amigo, a pesar de todo, tenemos una amistad y sabes que siempre voy a estar para ti aun si este tema es lastimero para mi.

Lo seguí abrazando con fuerza- Yo te quiero.

L & L CEO (TERMINADA)BLDonde viven las historias. Descúbrelo ahora