Un entorno lleno de ambiciones y decisiones egoístas de dos padres cuyas empresas se encuentran en la cúspide de su carrera y prestigio, pero entre más alto escales la caída es más fuerte por lo que recurriendo a todos los medios que tienen a su alc...
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-Ya me tengo que ir- Dije al romper el beso.
-No quiero que te vayas ¿Es urgente? - Dijo mientras besaba mi mejilla y cuello.
-Si lo es, no me dijo de que se trataba pero de verdad no quiero tener que discutir con él.
-Esta bien, te dejaré ir- Reí ante su puchero.
-Más tarde te llamo para vernos- Le di un último beso.
-Hasta luego guapo- Salí de los baños y el instituto, pues cuando ocurría esto nos encerrábamos en un lugar en el que nadie nos viera para no levantar sospechas y después me acompañaba a la esquina de mi casa y nos despedíamos pero ahora ambos teníamos compromisos por lo que me fui caminando solo a casa.
Al llegar vi a Leandro sentado en la sala, me senté en frente de él nervioso, pues no habíamos hablado en más de una semana.
-¿De qué querías hablar?
-Hoy hay un evento por parte de la empresa y debemos presentarnos como "Pareja" - Hizo comillas con sus dedos- Debemos ir de compras.
-Está bien - Subí a dejar mi mochila y le envié un mensaje a Santiago explicándole porque no no podríamos ver hoy.
Bajé y él ya estaba en su auto así que me subí y me miró detenidamente hacia mi mejilla y labios que aún seguían morados, no dije nada ni él tampoco. Manejó en silencio hasta el centro, nos bajamos en una tienda y entramos.
-¿Disculpe, tendrá dos trajes similares algo como de pareja? - Se dirigió al chico que estaba detrás del mostrador.
-Déjeme ver- Se voltio y camino por un pasillo lleno de trajes hasta el fondo.
-¿Tenemos que ir combinados? - Él asintió, esperamos a que llegara el chico que traía dos trajes negros con los moños blanco y negro para combinar.
-Esto es lo más parecido- Nos lo dio y yo me fui a probar el mío al igual que él. Se sentía un poco ajustado pero así se lo mostraría a Leandro. Salí y él ya estaba acomodándose el saco en el espejo, en cuanto me vio se dio la vuelta y me miró de arriba abajo, yo hacia lo mismo con él. Pues también se veía ajustado a tal punto que se notaba cada musculo sobre todo de sus hombros sin mencionar su parte baja que resaltaba mucho.
-Se te ve bien- Trague saliva pues él no dejaba de observarme, me sentía casi desnudo.
-Gracias pero... - Quería decirle que me apretaba el trasero.
-Nos llevaremos ese- Asentí y volví al cubículo donde dejé mi ropa, me cambié y colgué el traje. Salí y se lo di a Leandro quien se lo dio al muchacho y pagó por los dos. Tomó los trajes y salimos de ahí.
Subió los trajes al coche sin subirnos nosotros.
-¿Qué más tenemos que comprar?
-Algo que nos represente como pareja y aquí hay mucha gente que nos conoce así que tendrás que aguantarte- Dijo tomando mi mano, no pude evitar que los nervios volvieran y que toda la gente que nos conocía incluso adolescentes nos miraran con la envidia. Si supieran que todo esto no era nada más que una farsa y que yo me sentía tan cómodo como el día de nuestra boda. Hice todo lo posible por deshacerme de estos pensamientos y el revoltijo de sentimientos que tenía con tan solo que me tomara de la mano.
