Un entorno lleno de ambiciones y decisiones egoístas de dos padres cuyas empresas se encuentran en la cúspide de su carrera y prestigio, pero entre más alto escales la caída es más fuerte por lo que recurriendo a todos los medios que tienen a su alc...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Ya había pasado bastante tiempo desde que lo dejé todo, dejé mi casa, la escuela, a mi padre, y lo que mas me calaba de todo...dejé a Leandro. A mi padre lo despreciaba, me llamó varias veces pero fue inútil, pues nunca respondí sus llamadas, Leandro no dejaba de buscarme por todos lados, así tiré mi celular, dejé mi ropa y ninguno de los dos volvió a verme.
Con el dinero que poseía en una de las tarjetas de crédito me fui y ahora estaba disfrutando de las hermosas calles de Venecia, ese mismo día en la noche tomé un vuelo, el primero que encontré y comencé a vivir aquí. Debo decir que fue difícil, estaba acostumbrado a tenerlo todo sin esforzarme y llegué a esta cuidad sin casi nada.
Primero me alojé unos días en un hotel y después comencé a buscar trabajo pero debo decir que por extranjero no encontraba y mucho menos cuando el idioma es diferente, así conseguí de lavaplatos en un restaurante, no pagan mucho pero decidí que era todo lo que podía tomar por mientras, no era un trabajo agradable, los cocineros me insultaban algunas veces por ser lento otros porque según ellos dejaba los platos mal lavados pero seguí ahí por dos razones: la primera era que no podía acabarme el dinero que tenía en la tarjeta, segundo tenía que ahorrar y buscar un lugar mas decente en el que vivir.
Muchas veces desee volver a casa y olvidar todo, pero no lo hice, supongo que me ganó el orgullo y al recordar todo me hacía aguantarme y quedarme con el fin y la esperanza de aprender y superarme. Seguí atento a las noticias, mi padre obviamente no dio razones de aquel escándalo, todos hablaban de ello menos él, y de me repinta desaparición, claro que siempre guardando las apariencias, dijo que yo estaba estudiante en Europa en una escuela de negocios prestigiosa.
Cuando vi aquello, menos tuve la esperanza de volver a casa algún día, seguí trabando por meses en aquel restaurante. No sé si fue suerte o que fue pero un día escuché que gritaban algunos comensales fuera de la cocina así que salí tal vez como para ayudar, pues estos se encontraban molestos por el mal sabor de un platillo, así que me acerqué a ellos con cautela y hablé de que el platillo naturalmente así era, muy curioso si ellos no hubiesen sido extranjeros probablemente habrían dejado de ir al restaurante de por vida al saber la gran mentira que les estaba dando, no sé como fue que lo hice pero se calmaron y aceptaron el platillo de vuelta ya sin discutir nada mas.
Gracias a esto el gerente cambió mi puesto de lavaplatos por mesero, las propinas me ayudaron mucho a seguir ahorrando y a buscar un departamento. Con mi mala característica de no poder socializar por meses no conocí realmente un amigo, sí, me sentía muy solo. Los siguientes seis meses logré comprar con lo que había ahorrado un violín y después de salir del trabajo me iba a un aplaza cercana a tocar algunas de las piezas que me acordaba, logré ganar un dinero extra y compré un celular para ya no seguir tan incomunicado, era sencillo, nada como lo que había tenido, pero después de haber pasado días en los que casi no comía, agradecía todo, lo mucho o poco que tenía.
En este tiempo aprendí a madurar, en los días en los que me encontraba muy solo pensaba en él, ahora que lo meditaba, Leandro era muy ambicioso y egoísta, lo que había hecho cuando era joven lo entendí, la persona que fue conmigo durante los últimos meses en los que fui muy feliz con él, no era nada comprado a la persona que me mintió y me hizo sentir mal tantas veces. Mi padre era despreciable, pero Leandro no.
No era el único que sufría, él también debió de haberse sentido muy mal y todavía haberlo guardado para sí mismo,, el me lo ocultara sabiendo todo de como me sentía acerca a de mi madre, había sido por que temía de como es que yo fuera reaccionar. Lo vi todo mas claro, m hizo daño pero también me amo como nadie lo podrá hacer y era algo que no podía sacarme de la cabeza y mucho menos sacar todo el amor que yo seguía sintiendo por él. Me habían pasado tantas cosas aquí solo que haría lo que fuera por volverlo a ver.
-¿Me esperaste por mucho tiempo?
Voltee perdiéndome en sus ojos claros sin decir ninguna palabra.
-Por qué yo he esperado dos años buscándote para encontrarte, para volverte a ver y ha sido una agonía.
-Entonces quédate conmigo, solo tú y yo.
Nos abrazamos, nos besamos con desespero y nos amamos como nunca hasta quedar exhaustos y confirmar que nada fuera un sueño, porque ahora mi vida era solo de él. Al fin Leandro y yo nos quedamos aquí viviendo lo que tanto habíamos anhelado.
