Un entorno lleno de ambiciones y decisiones egoístas de dos padres cuyas empresas se encuentran en la cúspide de su carrera y prestigio, pero entre más alto escales la caída es más fuerte por lo que recurriendo a todos los medios que tienen a su alc...
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Las semanas habían transcurrido y la relación entre Santiago y yo había mejorado, no había día en que no habláramos y eso me hacía sentir muy bien muy a pesar de que esa tipa son la que dormía Leandro pareciera mudarse a la casa, se la pasaba día y noche, me la topaba cuando desayunaba, comía y cenaba, era raro que no estuviera allí lo peor de todo es que cuando ella no estaba había otra en casa. Leandro parecía ignorarme todo el tiempo, no iba por mí a la escuela, yo me venía caminando con la compañía de Santiago y de igual manera cuando salía de casa Santiago ya me esperaba, su compañía me hacía olvidar el hecho de que cada día que veía a Leandro más enfocado en sus mujeres era como una espina fina y muy filosa clavada en mi corazón, no hacía más que lastimarme.
Después de haber terminado las clases me junté con mis compañeros que todavía no podíamos terminar el proyecto ecológico, en sí no es que cada equipo hiciera el proyecto si no que ayudar a quienes lo harían por lo que se nos fueron los días en hacer manualidades reciclados y diseños de posters con frases emotivas que entregábamos a quienes presentarían el proyecto, fue divertido en cierto modo porque me olvidaba de llegar a casa temprano y porque las cosas parecían ir muy bien, mañana era la reunión en dónde entregaríamos lo que nos hiciera falta, pues el proyecto no sería presentado en la escuela si no que irían a las primarias a hablar de ello.
-Te acompaño-Escuché a mi lado.
-Solo tengo que entrar por el instrumento y ya- Dije caminando hacia la casa.
-¿Cansado?
-Un poco, esta semana ha sido un poco difícil, ya quiero que sean vacaciones.
-Lo sé yo también- Estos días no habíamos tenido mucho tiempo de mensajear por lo proyectos y lo exámenes que empezarían la próxima semana, así que habíamos estado muy ocupados- Cuando terminen los exámenes puedes venir a mi casa, no sé, una tarde si quieres también toda la noche, dudo que Leandro se dé cuenta de que no estás en casa.
-SI es verdad, claro que cuando termine todo iré a tu casa- Y llegamos a casa donde entré rápido y saqué el instrumento, para mi sorpresa la casa estaba en silencio, no había nadie, que alivio, ojala Leandro no regrese a casa hoy si lo hace que lo haga solo. Salí y vi que no debí invocarlo.
-¿Qué hace él aquí?- Leandro me miro molesto.
-Vamos a la misma orquesta así que me acompañó hasta casa y luego nos iremos.
-¿Sabes lo que diría tú padre si supiera que o estás viendo?- Dijo molesto, parecía aventar chispas por su ojos, en ese momento se bajó la zorra que tría en el auto.
-No diría nada, porque es mi amigo.
-Por tu culpa los medio pueden pensar que estás con él.
-¿Por qué pensarían de mí? Yo no meto a nadie ajeno a la casa to del tiempo, en todo caso hablarían de cómo me eres infiel.
