- ¡Todos quieren, todos quieren, todos quieren ya ser gatos jazz! –canturreó Natalia entre los brazos de su mujer, moviendo la cabeza frenéticamente. Alba dejó salir una ronca carcajada antes de darle un besito en el pelo a su mujer, el cual actuó como calmante inmediato, logrando que la pelinegra volviese a apoyarse en su hombro, continuando con la canción de manera más suave.
Los Aristogatos, película de culto para las integrantes de la familia, había sido la elegida para pasar aquel sábado por la tarde juntas. Aura y Olivia se encontraban sentadas en la alfombra de la sala, completamente enganchadas a la peli, mientras que Alba y Natalia estaban enredadas en un cómodo abrazo sobre el sofá. Habían preparado la casa por la mañana, limpiándola y recogiendo juguetes y materiales de dibujo, pues esperaban la visita de Marta y María, quienes llevarían por primera vez a su recién nacido Benjamín a conocer a sus tías y primas.
Cuando la peli se dio por finalizada, Natalia estiró las piernas, dejando salir un sonido de gustito, y luego se levantó, tendiendo la mano a Alba para que la siguiese. Las niñas inmediatamente ocuparon el sofá, siendo escoltadas por Fígaro y Luisa, que se acomodaron en las faldas de cada una, mientras que sus madres se disponían a comenzar a preparar la salsa pesto para la pasta que iban a comer.
- Mamá –llamó Aura desde el sofá, ambas mujeres voltearon a verla-, ¿podemos ver unos capítulos de Steven Universe con Oli?
- Sí, cariño, aprovechad ahora antes de que vengan las tías –respondió Alba con una sonrisa ligera, comenzando a cortar la albahaca mientras que Natalia ponía una olla con agua al fuego.
- Vale, ¡gracias!
Las niñas habían descubierto la serie por accidente y no les había costado nada encariñarse con la trama y los personajes. Obedientemente realizaban los deberes del colegio y sus tareas en el hogar, que no iban más allá de tender sus camas y ordenar sus juguetes, además de echar una mano a la hora de lavar los trastos, con tal de tener tiempo libre para poder devorar capítulo tras capítulo. ¿La favorita de ambas? Garnet, quizás por obvias razones, a ambas les recordaba ligeramente a sus madres, a veces un poco más a una, a veces un poco más a la otra.
Mientras la pareja se dedicaba a cocinar, ninguna se imaginaba lo que les esperaba más avanzada la noche.
Colocaron los platos en la mesa, para ahorrarse un poco de tiempo, y Alba destapó un vino dulce que se había encargado de conseguir para aquella noche, sirviendo una copa para ella y otra para Natalia. La pelinegra sonrió un poco pícara.
- ¿A caso buscas emborracharme, Alba Reche? –preguntó, rodeando la cintura de la rubia, que rodó los ojos con expresión divertida ante la pregunta.
- A lo mejor sí, Natalia Lacunza –respondió antes de ponerse de puntillas y dejar un corto y modesto beso en los labios de la más alta.
- Pues te hará falta un poco más que esto –dijo Natalia en medio del beso.
- La noche es joven –susurró Alba, que no olvidaba que las niñas estaban solo a unos metros de ellas.
- ¿Sabes que la Mari nos querrá matar cuando vea que estamos bebiendo?
- Le he comprado cerveza sin alcohol, al menos para que sienta el sabor, que seguro es lo que más extraña –Alba se separó un poco, dándole un sorbo a la bebida. A Natalia se le antojó especialmente sexy ese gesto-. Mmm, una delicia –soltó luego de degustar el vino.
- Creo que tengo calor –murmuró su mujer, antes de dejar un último y sonoro beso en sus labios para después apartarse del todo, probando ella también la dulce sustancia-. Madre de Dios bendito, está buenísimo.
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La Pequeña Familia || ALBALIA
FanficAlba y Natalia se reencuentran años después de su ruptura debido a la inesperada colisión de una pelota de fútbol contra la cabeza de una niña. Ambas se encuentran con una versión de la otra mucho más madura, fruto de los incidentes que se han ido d...