Esta soy yo: Raphaela

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PERDONEN POR NO HABER SUBIDO AYER, SINCERAMENTE SE ME PASÓ. 

Una lista de invitados

Caminaba rápidamente con mis zapatillas de tacón bajo y mi ropa normal de trabajo, notaba como los empleados se quitaban de mi camino y los comprendía, si mi jefa fuera igual que yo en estos días, también les sacaría la vuelta.

"Raphaela, eh, aún tienes una junta en bueno... ahora."

"Lo sé" caminé con mi té helado en la mano, "pero necesito ir al baño."

"E-Está bien" dijo contrariado mi asistente, "avisaré a tu junta."

"Genial" dije de mala gana.

Mi pobre asistente Garrick se las veía negras conmigo embarazada, la verdad es que se reía mucho de mí puesto que me conocía de antes de que tuviera mi pequeña molestia y eso parecía ser divertido para el resto del mundo excepto para mí. Intentaba lo mejor que podía controlarme, pero a veces ni siquiera me daba cuenta que me comportaba mal hasta que alguien se reía por mi proceder fuera de lo normal.

Mi teléfono sonó justo cuando me acababa de sentar, lo cual me volvió a poner de malas y miré la pantalla de mi teléfono. Era Timothée, rodé los ojos y contesté.

"¿Qué pasa?"

"Hola enojos ¿Por qué estás de malas ahora?" odiaba que se burlara de mí.

"No estoy molesta, estoy en el baño."

"¿Y me contestaste? Eso es poco higiénico, mi amor."

"No fastidies ¿Qué quieres?"

"Pasaré por ti para llevarte a que comas algo."

"Si desayuné Timothée."

"Sí, pero son más de las dos y para este momento tienes hambre, seguro que sí."

"Tengo tres juntas."

"Dile a tu asistente que las postergue por... treinta minutos."

"No quiero comer comida rápida" me quejé.

"Entonces, por una hora, te veo abajo en cinco minutos."

Me colgó y salí sonriente del baño, me gustaba que Timothée fuera tan atento, pero ahora tendría que posponer una junta para ir a comer, en verdad me sorprendía como era capaz de saber mis horarios, tenía toda la razón, estaba molesta porque ya tenía hambre, comería algo y regresaría a la junta fresca como un retoño en primavera.

"Me tengo que ir Garrick, diles que nos veremos en una hora."

"Entiendo Raphaela, avisaré a los jefes de área."

"Genial" dije un poco desesperada, tomando mis cosas para bajar al primer piso y largarme de ahí con la menor excusa que era mi apetito.

La gente me saludaba al verme pasar y yo hacía lo mismo de la mejor forma hasta que salí de la compañía y me topé con la cara sonriente de Timothée, quién parecía decidido a ir por mí.

"Pensé que no bajarías."

"Qué desconfiado" le di un beso en los labios, "por favor, que sea un lugar que no esté encerrado, los lugares pequeños me dan claustro últimamente."

"Tú dirás" me tomó la mano y caminó hacía su carro con tranquilidad.

"Timothée, Raphaela ¿es verdad que han vuelto?"