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Timothée tiene un secreto

Todavía antes de llegar a casa me pasé por las oficinas de mis amigos Lucas y Francis, con quien fui a comer algo mientras ellos se entretenían con la pequeña bebé en mis brazos.

"Escuché que Tiffany vendrá a la ciudad" me dijo Lucas. "Supongo que Timothée irá a darle de su hospitalidad."

Lo miré con algo de desagrado, pero traté de disimularlo.

"Sí, supongo que se quedará en casa."

"¿Supones? Quiere decir que no te ha tomado en cuenta de nuevo."

"No hemos tenido tiempo de hablar de otras cosas, Olivia ocupó gran parte de nuestra última conversación."

Francis palmeó amistosamente el hombro de su amigo y fijó la vista en mí con curiosidad.

"¿Qué ha sucedido?"

"Recayó en su enfermedad."

"¿Qué?" ambos se adelantaron en la mesa. "¿Ya la están tratando?"

"Rachel la llevará mañana al psicólogo" asentí. "Se está quedando en su casa por el momento."

"¿En su casa?" frunció el ceño Francis. "¿Qué hay de Logan?"

"Ese es otro tema que no quiero discutir ahora."

Tomé mi teléfono y lo contesté mientras mis amigos seguían intentando dilucidad lo que yo había querido decir.

"¿Qué sucede, amor?" me avergoncé rápidamente cuando Francis se volvió a mí con una sonrisa burlesca.

"¿Dónde estás?"

"Vine a comer algo con Francis y Lucas."

"¿Lucas?"

"Por favor, Timothée" le dije con voz cansada. "No empecemos."

"Hablaremos de eso después, por ahora quiero que regreses a casa, yo regresaré todavía en un rato."

"Entonces, ¿Para qué quieres que me vaya a casa?"

"Escuché que Matthew está en la ciudad" en cuanto dijo aquello, sentí que me desmayaría. "No quiero que tengas otro disgusto."

"Creí que habías hablado con él."

"Lo hice, pero resulta que ha logrado disuadir la denuncia que tenía, tú jamás la hiciste, así que el que nosotros la pusiéramos por ti, en realidad no tiene validez."

Me quedé sin habla por varios segundos, así que por eso él había podido acercarse la otra vez, incluso parecía tranquilo a pesar de que había sido en la calle.

"Bien, volveré pronto."

"Bien, ten cuidado" Timothée suspiró. "Tampoco es para que vivas asustada, no es como si Matthew pensara en secuestrarte o algo así."

"La última vez que lo vi, dijo que no volvería a dejarte ganarme."

Escuché la risa amistosa de Timothée.

"Maldito bastardo. Tranquila mi amor, estamos casados ahora, él no hará nada sabiendo eso."

"Bien..." suspiré. "Está bien, supongo que tienes razón."

"Te amo, nos vemos en un rato."

"Yo también te amo."

Cuando colgué la llamada, me di cuenta que mis dos amigos me miraban con una cara de aburrimiento y reproche.

Esta soy yo: RaphaelaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora