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Los tres estaban sentados en la mesa del comedor. Senku cubría su rostro con las manos, estaba completamente desesperado y abatido.

Chrome y Taiju se mantenían en silencio. Ninguno sabía lo que había pasado.

El amigo de la infancia del científico quería preguntar. Nunca lo había visto tan agobiado y quería saber qué había sucedido con el mentalista. Siempre mostraron una relación muy buena, el castaño pensaba que hacían un gran equipo. Por ello, no concebía que algo malo hubiera pasado entre los dos.

Miró al rubio para preguntarle que iba a hacer, sin embargo, al ver su estado se detuvo. No creía que fuera a hacer algo. El chico estaba de trabajo hasta arriba, casi no tenía tiempo libre.

Se puso a pensar en que podía hacer y de qué manera podía ayudarlo.

Tras un gran esfuerzo, entre ese incómodo silencio un estruendoso grito se escuchó en la habitación.

—Taiju, ¿qué...—el nombrado se levantó interrumpiendo a Senku. Tomó las bolsas de la compra y se dirigió a la puerta.

—¡He recordado que tengo algo muy importante que hacer! ¡Nos vemos!

Abandonó la casa. Cogió una gran bocanada de aire antes de correr a la puerta del frente. Dejó todo en su lugar a máxima velocidad y se puso manos a la obra.

Encontraría a Gen él mismo.

No podía ver como una relación tan bonita como la que tenían Gen y Senku se echaba a perder.

Sin embargo, aunque contaba con un gran entusiasmo y con una gran ambición, no sabía por dónde empezar.

—¿Qué hago? —se preguntó a sí mismo en voz alta.

Se sentó en el sofá y se masajeo las sienes. Esperaba que llegase una idea a su mente, algo que le dijera que hacer para hallar el paradero de Gen. Sin embargo, tras estar horas sentado no se le ocurrió nada.

Yuzuriha llegó a casa encontrándose a su marido desesperado.

—Cariño, ¿estás bien? —se sentó junto a él y comenzó a acariciarle la espalda, intentando reconfortarlo.

—Gen se ha ido.

Le explicó lo que había pasado, el estado de Gen y como estaba huyendo de Senku. La castaña escuchó atentamente. Tras escuchar el plan se decidió, quería ayudarlo.

—Bien, lo primero es averiguar dónde ha podido ir. Dentro de poco tiene una actuación. Él nunca ha faltado a una ni aun estando enfermo, ¿dónde es su próximo espectáculo?

El chico se encogió de hombros. No tenía ni idea, aunque la bombilla se iluminó.

—Gen es muy activo en redes sociales. —la chica sacó el móvil para buscarlo. Extrañamente no había nada de esa actuación. Lo había eliminado.

El mentalista podía eliminar todo lo que quisiera en su perfil, pero no podía controlar lo que pasara fuera de este. Buscaron en internet y una página de fans de Gen Asagiri les dio la respuesta.

Chocaron sus manos al verlo.

Todo parecía fácil. Sin embargo, no lo era.

Queridos vecinos [DR.STONE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora