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—Senku, me haces daño —el científico hizo caso omiso a las quejas y continuó su camino. Se notaba que estaba furioso, su forma de andar era brusca y su expresión no era nada amigable. El moreno intentaba librarse del agarre, pero le era imposible.

Senku abrió la puerta del coche y el alto entró de mala gana. El portazo hizo que se encogiera en el sitio, abrazando sus cervezas. El rubio al entrar y ver la bolsa con el alcohol intentó quitársela, sin embargo, no cedía lo más mínimo.

—Gen, dámelas —dictó tirando de la bolsa.

—Soy adulto. Puedo beber lo que me dé la gana. —Senku soltó un suspiro cansado de su actitud.

— ¿Por qué llevas evitándome una semana? — ¿Tanto tiempo? Había estado tan decaído que había perdido la noción del tiempo. Abrió los ojos al caer en que tenía su próxima actuación en nada. Desbloqueó su móvil para confirmarlo —. No me ignores. Tu estado es lamentable, ¿cuánto llevas sin ducharte? Apestas. Tampoco te he visto comer mucho.

—No te ignoro. No... No me entenderías —dijo con voz temblorosa.

—Cómo te voy a entender, sino me cuentas lo que pasa —replicó.

—He estado pensando en irme un tiempo.

—Dime la razón.

—No puedo. —negó cerrando los ojos. Se estaba agobiando, quería salir de ahí lo antes posible.

— ¡Gen! —insistió.

—Me gusta alguien —Senku enarcó una ceja sin llegar a comprender dónde se encontraba el problema—, ese alguien tiene novia. Es mi compañero de piso y mejor amigo.

Un silencio se instauró en el interior del vehículo. Gen tenía los ojos llorosos, estaba rojo de la vergüenza. No sabía cuál podía ser la reacción del científico, pero lo que tenía claro es que a partir de ese momento su relación no sería la misma, y que lo había arruinado todo.

Aprovechó que el chico estaba en shock para abrir la puerta y largarse corriendo.

Senku no podía creerlo, enterró los dedos en su pelo y lo agarró con frustración.

¿Por qué se sentía así? ¿Por qué tenía ese nudo en el estómago? Millones de preguntas inundaban su cabeza y por primera vez en su vida, no sabía responderlas.

Salió y buscó a su alrededor. Golpeó furioso al coche al no encontrarlo.

— ¡Senku! —Taiju corrió hacia él. Llevaba en una de sus manos las bolsas de la compra — ¿Dónde está Gen? ¿Qué ha pasado? ¿Se encuentra bien?

No respondió al castaño, estaba demasiado ocupado buscando el número de teléfono de su mejor amigo. Como era de esperar, no contestó.

—Tenemos que encontrar a Gen. —dijo seriamente encarando a Taiju.

Queridos vecinos [DR.STONE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora