Queridos vecinos [DR.STONE]

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— ¡Cariño! —Taiju apareció enseguida por la puerta al escuchar a su mujer llamarlo—. Está dando patadas.

Taiju corrió y puso su mano en la panza de Yuzuriha. Sintió las pataditas de su futura hija.

—De mayor serás la mejor futbolista. —la castaña rio ante las palabras de su marido. Aún no podía creer que iba a traer una vida al mundo con el hombre al que más amaba.

Empezaron a salir en el instituto y seguían juntos desde entonces. Decidieron montar un negocio juntos, una tienda donde ella vendía sus creaciones. La tienda había tenido éxito, tanto que pasaron de trabajar en casa a tener su propio taller y tienda física. No podían ser más felices.

Yuzuriha se puso a trabajar respondiendo los correos electrónicos, mientras su marido preparaba la cena de esa noche. Ambos fueron interrumpidos por los gritos de los vecinos de arriba.

— ¡Estoy harto! ¡Me voy de aquí! —escucharon el portazo. Aunque había otro piso entre medias, lo escuchaban perfectamente, preferían no saber cómo lo escuchaba Ryusui. Seguro que sus paredes retumbaban.

—Por lo menos hoy ha sido corto. —dijo Taiju de manera optimista.

A veces duraba una hora o más.

Continuaron con lo que estaban haciendo, aunque eso no quitaba la preocupación que sentían. Temían que las peleas aumentaran y eso influyera en la crianza de la pequeña. Nunca habían hablado con aquellos vecinos, y preferían no hacerlo.

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Los capítulos de esta pareja son más cortos y narran su vida como matrimonio. Aún así, ellos serán los que más envueltos estén en las demás historias.