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1994
SENTÍ UNA PRESIÓN EN MI PECHO que hizo que levantara la vista asomándome por la ventana de la casa que comparto con mi hermano. no había nada allí, mis ojos se encontraron con la figura de sarah fier, una joven morena de cabello rizado.
-Solomon, Sarah está aquí.-anuncié mientras regresaba a mí trabajo. en los tiempos libres me dedicaba a dibujar, cosa que estaba haciendo ahora mismo, usualmente lo hacía en el jardín pero desde que el loco thomas se acercó a la casa para atormentarme mientras lo hacía, prefiero hacerlo en la casa.
solomon apareció entrando a la cocina y observando como sarah fier caminaba hacía la casa. mi hermano salió al jardín y la saludó con la mano.
la joven y él entraron a la casa, solomon ahora traía un lo que parecía ser un cerdito, lo sostuvo en sus manos mientras lo observaba por unos segundos, sarah me saludó y yo hice lo mismo, acto seguido, solomon me mostró al cerdito.- debería dibujarle un retrato antes de que lo sacrifiques.- bromeé.
-esto es una locura, sarah.- habló mi hermano.- Es demasiado, no podemos aceptarlo.
-Considéralo mí dote, estamos prácticamente casados. ¿no oíste?- respondió la chica, yo reí ante sus palabras.
-en ese caso, dile a tu padre que vales mucho más que esto. pero gracias, de verdad.
-por nada. de vez en cuando, a todos nos acecha la desgracia.- habló, refiriéndose a lo que sucedió recientemente.
-mi hermano quiere que desista, que regresemos al asentamiento. Dice que los Goode no son agricultores, pero estas tierras son fértiles, lo sé. Habrá buenas cosechas, ya vendrá la dicha.
-debes descansar un poco, pareces un cadáver.- dijo sarah.
-se lo he dicho muchas veces.- susurré desde mi asiento.
-sarah fier y sus cumplidos.
-bueno se hace de noche, debo irme.
-hoy habrá luna llena.- una sonrisa se formó en el rostro de sarah.- nada bueno ocurre en el bosque tras el ocaso.
-pareces mi padre.
-entonces, ¿irás?
-¿ir a dónde?
[...]
las horas habían pasado, solomon seguía en el jardín y de vez en cuando caminaba de aquí para allá, pasó por cuarta vez desde que comencé a contar las veces, se detuvo frente a la mesa y observó el dibujo.
-realmente tienes talento, jane.- dijo, yo me reí respondiendo "gracias".- ¿no vas a ir con los demás jóvenes?
-no lo sé, solomon, nada bueno sale de esas reuniones...
-no creo que nada fuera de lo común ocurra allí, usualmente beben aguardiente de manzana.
-eso es lo que crees, pero por lo que sé, lizzie consigue más que eso.
-¿ a qué te refieres?- preguntó intrigado.
-ya sabes, esos frutos que te causan alucinaciones.
-¿de dónde crees que los consiga?
- probablemente de la viuda mary, nadie más en este pueblo se atrevería a tener algo así.
solomon asintió lentamente, acto seguido se quedó en silencio por unos segundos.- creo que ya es hora de que me vaya a la cama.- anunció.
yo asentí.- buenas noches, solomon.-respondí.
-Buenas noches, Jane.
[...]
hace media hora mi hermano se había ido a la cama, la luna ya había salido, observé mi dibujo por unos segundos viendo como había quedado. me levanté de la silla y caminé hacia la habitación de solomon, abrí la puerta cuidadosamente, en mi mano llevaba un portavela para alumbrar la habitación, estaba segura de que solomon tenía pergaminos para mi siguiente dibujo.
me adentré en la habitación y rebusqué en la habitación, revisé las gavetas de su armario, pero no encontraba nada. estaba por perder las esperanzas cuando de pronto observé la puerta que estaba en la habitación de solomon, tenía entendido que era una especie de sótano donde él guardaba cosas, abrí la puerta y me encontré con unas escaleras, comencé a bajarlas, llena de curiosidad por saber que había allí, llegué al fondo de las escaleras y observé a mis alrededores, no habían armarios, no había absolutamente nada excepto por una repisa de madera, en ella había un libro.
detrás de mí escuché unos pasos, me giré y me encontré con el rostro de solomon.- ¿Qué haces aquí?- preguntó.
-buscaba pergamino y pensé que tal vez tú tendrías. Solomon, ¿se puede saber qué es todo esto?
Solomon me miraba dudosamente, como si estuviera debatiendo con si mismo entre si decirme o no.-Jane... vamos arriba y te lo explicaré.
salí del sótano seguida de mi hermano, me indicó que nos sentáramos en el comedor, allí seguía mi dibujo.
-bien, quiero explicaciones.-dije directamente.
-Jane, la desgracia nos persigue y sabes que no quiero volver al asentamiento. pero no tenemos suerte aquí. Jane estoy harto de rezar por una mejor vida y ver cómo solo empeora, llegará el día en que ya no tengamos dinero para absolutamente nada, ni comida, ni pergaminos para tus dibujos.- explicó, yo le prestaba atención.- estuve investigando y sí hay otras maneras de llegar al éxito, es lo que tú y yo necesitamos.
-brujería.-él me vio sorprendido.-no soy tonta, pero tampoco estoy de acuerdo con tu idea.
-¿Sabes los beneficios que tendríamos?
-¿Sabes que todo eso tiene un coste?
Solomon encarnó una ceja.- ¿Cómo sabes de eso?
-Sólo lo sé...
-no, no, no... ¿de la misma manera que lizzie conoce a la viuda mary?, por supuesto.-yo me quedé en silencio por unos segundos.- has ido a ver a la viuda mary.
- ¿sabes las consecuencias si nos descubren?- pregunté.- ¡Nos ahorcarán!, tacharán a nuestra familia de brujos y sólo traería más desgracia.
-eso nunca va a suceder, tengo todo planeado, no te preocupes..-lo miré por unos segundos y acto seguido solté un suspiro.
-¿Qué tienes que hacer a cambio del éxito?
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