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-CREO QUE HA FUNCIONADO.- giré a ver a mi hermano, quien había entrado en la casa velozmente. me levanté de mi asiento y lo miré con el ceño fruncido.
-¿Tan rápido?- respondí confundida. él asintió.
-vamos, jane. Tienes que verlo con tus propios ojos.
salimos de la casa y caminamos lo más rápido posible al centro del pueblo. cuando llegamos habían personas alrededor del pozo de agua, parecían preocupados por aquello. Sin embargo, yo sabía que eso había sido obra de Solomon.
-Ha cegado nuestro pozo con nuestros pecados.- El loco thomas hablaba alrededor de la gente.-se lleva nuestra agua, que nos es vital.
a la distancia vi a Sarah junto a Abigail, hablando entre ellas. los hombres que se encontraban en el pozo lograron hacer que subiera de nuevo.
de pronto una de las señoras que miraba el pozo expectante, chilló mientras cubría su mano.-¡Un perro muerto!, ¡El agua está envenenada!
el loco thomas no paraba de hablar, asustando más y más a los pueblerinos
-¿Quién ha invitado al diablo a Unión?- dijo en voz alta.- ¿la lujuria de quién? ¿El pecado de quién?- a su alrededor la gente comenzaba a temblar un poco ante sus palabras. thomas miraba fijamente a sarah.- El diablo ha venido y nos ha sumido en su oscuridad y esa oscuridad crece, en nuestro interior.- negué con la cabeza y me di la vuelta para regresar a la casa, Solomon comenzó a caminar detrás de mí.
-pensé que te ibas a deshacer del perro en otro lado.-hablé.
-¿dónde?, ¿el bosque donde estaban todos los jóvenes?
-en cualquier otro lugar que no fuera el maldito pozo, a la vista de todos.- mi hermano ni dijo nada y se giró de nuevo caminando en dirección contraria, regresando a unión.
