Hace aproximadamente algunos días hemos sido trasladados a un lugar donde dicen que esta el mayor origen de todos nosotros, donde se almacenan seres sobrenaturales. Las vidas que llevábamos deberían ser borradas según ellos, por lo cual, estar frente al gran instituto Pherisheill con nuestras maletas en manos me hace sentirme un poco intranquilo, sé que esto viene fuerte, pero prefiero ser alguien común y corriente, y no ser el elegido en este cuento de hadas. Esto es un gran error, lo sé porque lo presiento, quizás y solo quizás se equivocaron al elegir a un estúpido chico que no puede hacer nada por sí solo, entonces me pregunto ¿Por qué yo y no alguien que si sea capaz de gobernar lo que sea que ellos mencionan?
Observo a Hely, está con una sonrisa de lado mientras está impaciente por entrar, ella al contrario de mi es muy apegada a cosas que tengan que ver con la magia, siempre ha leído libros donde los protagonistas viven en un mundo sobrenatural, pero vaya, todo eso eran libros absurdos hasta que tuve que comenzar a ser partícipe de esta locura. Respiro hondo y pido que con calma vayamos entrando a ese lugar. Hay una zona oculta donde nos verifican, al ya estar lo suficientemente capacitados, accedemos.
A lo lejos se puede ver lo exageradamente grande que es este lugar. Hay una partes donde es una entrada normal con flores adornándose del camino, con algunos guardias vigilando la entrada haciendo una pequeña reverencia al vernos.
— Bienvenidos al Instituto Pherisheill, elegidos —la directora o instructora del lugar nos enseña todo. Desde los lugares de aprendizaje hasta las zonas de combate.
Da entrega a dos llaves donde indica nuestros aposentos, Hellen alegre gira hasta su habitación y entra. Por mi parte, me adentro a la mía a inspeccionar, tratando de encontrar un poco de paz en mi cabeza durante unos momentos.
Un chico rubio de espalda a mi hablando con uno de cabellera cobriza se encuentran en la habitación, carraspeo tratando de llamar su atención logrando de que giren con los brazos cruzados. Y creo que debería ir a un cardiólogo, mi corazón podría salirse en cualquier momento por la magnitud en la que anda. Creo que tendré pesadillas por lo que me queda de vida.
Sus escleróticas son completamente negras, no hay pupilas ni iris, sólo unos ojos que sin duda alguna te matarían de noche si despiertas de golpe. En la parte de su brazo derecho habita un gran tatuaje que creo haber visto en el libro ese de hechizos. Es rojo, como si fueran llamas, donde forman unos colmillos ensangrentados en un semicírculo, en la parte inferior de sus tatuajes habitan unas palabras en lo que parece hebreo, "שומרי הנבחרים", algo así como: guardianes de los elegidos.
— Carne fresca —el tipo rubio aparece detrás de mí, olisqueando mi cuello, me alejo un poco tratando de que no me intimide. Oh vamos, ¿A quién engaño? Tengo cada nervio de mi cuerpo temblando, siento que en cualquier instante me voy a desmayar—, hoy se come delicias.
— Dermain, creo que hoy no hay cena —el pelirrojo es el más tranquilo que se puede apreciar, por ahora, ha descruzado sus brazos para finalmente señalarme— al parecer ya llegó el elegido.
ESTÁS LEYENDO
Fuerza unida ©
FantasyUn mundo lleno de energía fantástica donde el reino es gobernado por sus elegidos, cada persona asignada tiene un poder, pero no todos. Llegó el momento de reinar, unir más la fuerza de ambos, y hacerse cargo de una vez por todas del mandato. Mucha...