M.K
Luego de lograr tranquilizar el ambiente que se encuentra en la habitación con la situación de Sedna y los chicos, les informé acerca de la salida la cuál aceptaron para relajar sus emociones. Sin embargo, sin dejar a un lado la investigación que debo de hacer, dudo mucho que Padre tenga sombras de ese color, logrando que de esta forma algo me huela mal.
Como Hellen no se encuentra aquí, puedo salir diciendo que la buscaré para poder ir al reino de Padre y obtener respuestas de lo sucedido.
Me teletransporto al reino de Padre, hay algunas pequeñas sombras que me dan la bienvenida y otras que sólo se hacen a un lado al verme. Mi vista se dirige a una mujer con un vestido largo rojo con diseños algo peculiares.
—Amaya, ¿Dónde se encuentra Padre? —ella, como se encontraba de espaldas se asusta al escuchar mi voz y al haber sentido mi mano fría en su brazo.
—¡Que puto susto! —se aleja de mi tacto, fulminándome con la mirada y cruzando sus brazos— ¿Por qué tienes las manos tan frías?
—¿Dónde se encuentra Padre?
—Yo estoy bien, gracias por preguntar —bufa al ver el rostro de seriedad que estoy teniendo, y luego con su dedo índice me señala hacía un bosque—. La mayoría del tiempo se encuentra ahí, sólo ten cuidado con las Pherisminas y las Acutaminas.
—¿Con las qué?
—Las Pherisminas son las sombras que nos brindan poder, están situadas en la entrada a ese bosque, son muy sarcásticas y burlonas. Nunca dejan que nadie entre cuando Padre está ahí.
—¿Y las Acutaminas?
—Son sombras venenosas, sólo se quedan tranquilas cuando Padre lleva a algún invitado y lo presenta ante ellas. De lo contrario, te persiguen y hacen que te pierdas para después proponerte algo.
—¿Proponer qué?
—Con cada persona es diferente, en mi caso no me hicieron nada porque entré con Padre, y soy como una hija para ellas. Pero conocí a una chica que entró y la propuesta nunca supimos cuál fue.
—¿Por qué?
—Estás haciendo muchas preguntas, Koch.
—¿Dejarás que entre y no me dirás?
—Sí, no te pasará nada.
Se desvanece en el viento dejándome ahí con muchas preguntas y pocas respuestas. Mis ojos se dirigen al bosque y con las fuerzas que creo tener me voy acercando.
Mis pasos son rápidos, pero a la vez cautelosos, porque cada vez que me acerco más a la puerta algunas sombras que pasaban charlando me hacen señas con la cabeza que no vaya, pero mi autocontrol no es algo que lo tenga desarrollado.
En la puerta se encuentran grandes sombras que me logran doblar el tamaño algunas quince veces, y eso que yo soy alto. Y logro recordar el nombre Pherisminas, quisiera dejar este bosque y marcharme sin obtener respuestas. Pero alguien quiere atacar a mis amigos, que a decir verdad, se volvieron mi familia, y eso no lo voy a permitir.
—Matthew Koch, elegido entre las sombras y elegido para todos los poderes —habla una de las Pherisminas que se encuentra ahí, se agacha dejando su rostro a la par del mío y logro a través de esa oscuridad vislumbrar unos ojos azules hipnotizantes—. No es hora de visitas.
—Quiero hablar con Padre.
— No es hora de visitas, elegido. Él está ocupado.
—Pero necesito hablar con él.
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Fuerza unida ©
FantasyUn mundo lleno de energía fantástica donde el reino es gobernado por sus elegidos, cada persona asignada tiene un poder, pero no todos. Llegó el momento de reinar, unir más la fuerza de ambos, y hacerse cargo de una vez por todas del mandato. Mucha...