34.

807 95 49
                                    

Todos se encontraban almorzando en su respectiva mesa de siempre, luego de un tiempo se habían apegado bastante así que ahora prácticamente eran un grupo a pesar que entre algunos hubieran ciertos problemas. Estaban hablando entre sí de distintos temas menos Seonghwa y Yeosang, el mayor no le había dirigido la palabra a este ni un solo momento, ni siquiera una mirada y la verdad es que el menor lo agradecía en parte pues no quería sentirse mal o incómodo aunque había algo que si lo estaba molestando y era ver a Sakura encima del pelinegro todo el tiempo, se le encimaba y lo acariciaba, cosa que le daba unas náuseas terribles. Pero él estaba extraño, como fuera de sí

—¿Park estás bien?— pregunta San notando que no prestaba atención a nada.

Este lo mira asintiendo un poco

—Sí, estoy bien

—Hwa ¿Me puedes acompañar a mí salón? Es que creo que olvidé algo ahí por accidente— pregunta Sakura extremadamente cerca de él y acariciando su hombro.

—No tengo ganas de caminar, dile a Tzuyu— responde simple tomando de su refresco.

—¿Y yo por qué? Estoy muy a gusto comiendo mí hamburguesa

Esta hace mala cara por la respuesta ya que no es la que esperaba obtener, y sin explicación alguna le da un beso en la mejilla a Seonghwa que dura más de lo normal ganándose miradas extrañas de la mayoría pero ella parece solo enfocarse en Kang

—Ajá bueno, San sácate eso de la boca— regaña Wooyoung a este al ver que estaba mordiendo el pitillo de su malteada.

—No quiero— dice sacándole la lengua.

—San que dejes de morder eso

—Sí Yunho

Cuándo dice esto, el pelimorado comienza a reírse por la manera en que le obedeció ganándose una mala mirada del de mechón blanco

—Gobernado

—Cállate

—Como les decía, ya me quiero quitar el rojo— continuó Hongjoong cambiando el tema.

—Pero a mí me gusta como se te ve— pucherea Mingi.

—Pero ya me aburrió, así que hoy me acompañas a comprar algún tinte

El mayor da un beso a su novio logrando que quite la cara que tenía mientras el resto veía la escena, Seonghwa se había perdido de la conversación y mientras Yeosang estaba distraído, se puso a observar mientras reía y justo estaba del lado dónde tiene su marca de nacimiento. Piensa en lo bonita que se le ve y también lo linda que es su sonrisa, no sabe por cuánto tiempo está así hasta que el menor conecta sus miradas y rápidamente la aparta volviendo la vista a su comida. Al terminar, unos van a sus clases faltantes del día y otros a realizar diversas actividades.

Yeosang no tenía más nada más por hacer, así que luego de media hora de estar leyendo un libro decide ir a la biblioteca para buscar algo nuevo y distraerse pues no sabía que clase de sentimiento tenía en estos momentos o como estaba su ánimo. Va de camino sumergido en sus pensamientos, pero cuándo pasa por uno de los salones de música puede sentir el melodioso sonido de un piano que proviene de ahí, se frena un poco tratando de escuchar y la verdad es que pensaba que la persona que estaba tocando tenía manos angelicales porque era hermoso.
Se acerca un poco hasta la entrada del salón pegando el oído para escuchar mejor pero le entra curiosidad y necesita saber de quién se trata tanto talento así que abre con muchísimo cuidado la puerta.

No podía creer que estuviera viendo ahí al mismísimo Park Seonghwa, juraría que se se le fue el alma pues no parecía él, su semblante sereno y concentrado no era para nada igual al que siempre se cargaba de frialdad y prepotencia. Por increíble que suene, su expresión lo transformaba en alguien totalmente diferente, tanto que se queda hipnotizado en sus hermosas facciones y en la sintonía de sus manos con las teclas. Parecía estar luchando con sus sentimientos ya que su toque que era una mezcla de un sonido triste y melancólico.

This isn't so cliche (Seongsang) [En mejora]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora