This isn't so cliche (Seongsang) [En mejora]

50.

Aclaración: el capítulo contendrá una parte de smut/+18, no está demás recalcar que esto es meramente ficción y si no es de su agrado pueden saltarlo.
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Agetreado era la palabra específica para describir como sería su día; debían acompañar a Tzuyu para escoger su decoración de cumpleaños. Así que todos se encontraban en el centro comercial divididos buscando adornos acorde con el gusto de la pelinegra.

—Ya quita esa cara Seonghwa, todavía nos falta buscar el mantel y las rosas para la sorpresa de Zuzu— comenta Yunho al ver el rostro con muy poco ánimo de su amigo.

—Yeosang debe estar muy enojado conmigo para ni siquiera responder mis mensajes y eso no me gusta— se queja mirando por milésima vez su celular.

—Mirando su chat cada dos segundos no va a resolver nada, si no te responde ve a verlo a su casa para que puedan aclarar las cosas

—Acabemos rápido aquí

Continúan en su búsqueda entrando a una tienda con mucha variedad en la cuál Yunho se pierde un momento preguntando por lo que necesitan. Mientras que Seonghwa ojea por un rato las vitrinas deteniéndose en una al ver algo que le llama la atención.

—Disculpe ¿Me puede enseñar esta figura?— señala al vendedor que con gusto la toma y la deja con sumo cuidado sobre sus manos.

Se trata de un conejo hecho en porcelana con una pequeña marca roja al costado de su rostro. Era sumamente detallado y hermoso, viéndolo no podía pensar en más nada que no fuera Yeosang.

—Voy a llevarlo por favor— dice entregándolo de nuevo.

—Con gusto ¿Es para su pareja?— pregunta con curiosidad.

—Algo así— responde nervioso rascándose la nuca.

—Estoy seguro de que le va a gustar— sonríe tranquilizandolo.

El pelinegro procede a pagar a la vez que el hombre envuelve el regalo de tal manera que no hubiera un accidente en el camino y se rompa. Hecho esto se lo entrega con un lazo dónde puede escribir alguna pequeña dedicatoria.

—Muchas gracias, tenga un buen día

Se despide cortez saliendo de ahí en busca de su amigo que no ve por ningún lado pero justo lo llama indicando dónde estaba para encontrarse.

—¿Dónde te habías metido?— cuestiona el peliceleste llegando con muchas bolsas.

—Me distraje comprando algo, pero ya está listo

—Bien, ayúdame con esto, solo falta ir a recoger las rosas y luego encontrarnos con Mingi y San

Dicho esto, finalizan su recorrido reuniéndose con los otros dos en el estacionamiento para irse directamente a la casa de la pelinegra que se había adelantado con algunas de las cosas.
En todo el camino iban conversando acerca de la posibilidad de hacer un viaje en vacaciones para descansar todos juntos.

—Oye Yunho ¿Qué pasó con la casa esta cerca del río que era del viejo amargado que tienes como papá?

—Aún está ahí, él de vez en cuándo manda a hacerle mantenimiento ¿Por qué?

—Porque podemos ir ahí, además está cerca del río y cerca hay muchos lugares que podemos conocer— propone el pelinaranja.

—No es mala idea, a ver si no pone problemas

Llegan a la casa de Tzuyu bajando las cosas hasta la puerta tocando el timbre. En cuestión de segundos esta es abierta por la persona que menos esperaban ver ahí y que su compañía tampoco era grata.