—¡Señorita Luthor! Señorita Luthor, ¿Qué desayunaste esta mañana? — gritó el reportero.
Lena se detuvo a medio camino de L Corp y suspiró profundamente mientras los reporteros a su alrededor se reían. Se volvió y le dio al reportero una sonrisa muy forzada.
—Brindis —dijo.
—¿Y tú Leo? — preguntó el reportero girando su micrófono hacia Leo en sus brazos. Leo sonrió felizmente.
—¡Sin comentarios! — él dijo. Los reporteros se rieron cuando Lena le dio un alto cinco.
—¿Lo hice bien? — preguntó en un medio susurro. Ella asintió.
—Lo hiciste perfectamente —
—Eso no es justo, señorita Luthor —dijo otro reportero.
—¿Cuándo he sido justo? — preguntó ella sonriendo.
Hubo más risas cuando llegó su seguridad y empujó al pequeño grupo de reporteros hacia atrás. Lena continuó su caminata por el vestíbulo hasta las escaleras con Leo en sus brazos.
Se retorció para que lo decepcionaran en el momento en que salieron del ascensor en su piso. Corrió a su oficina y se sumergió en su lugar en el sofá abriendo su bolso.
Jess sonrió cuando Lena se acercó más lentamente.
—Se está volviendo más seguro —dijo. Lena asintió con la cabeza al ver a Leo sacar sus autos uno a la vez.
—Sí, creo que pronto llegará el momento del preescolar —dijo. Jess sonrió.
—Lo extrañarás — dijo. Lena le sonrió.
—Probablemente —admitió.
Se estaba acostumbrando más bien a hacer su trabajo con una mano o con un niño curioso, y ciertamente lo extrañaría durante sus descansos para el almuerzo. Todavía era un niño tranquilo, pero se estaba volviendo más activo a medida que ganaba confianza. Probablemente no pasaría mucho tiempo antes de que tenerlo cerca fuera demasiado difícil sin más ayuda.
Hizo una nota para sí misma para hablar con el Dr. Thompson sobre cuándo podría estar listo para comenzar el preescolar pero su propio guardaespaldas/niñera personal puede ser un paso demasiado lejos, pero era tentador, si podía encontrar a alguien en quien confiar.
Éstos eran los tipos de pensamientos en su mente mientras seguía a Leo a su oficina y se sentaba en su escritorio. Fue cuando se puso detrás de su escritorio cuando sucedió.
Hubo un sonido de choque cuando el vidrio se rompió y Lena se encontró arrojada sobre el escritorio con la fuerza de la explosión, luchó por levantar la cabeza con un zumbido en los oídos. Su mano fue a su reloj, pero no pudo conseguir que sus dedos torpes levantaran la esfera. Miró hacia arriba y vio a Leo corriendo hacia su derecha mientras se desmayaba.
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Kara escuchó la alerta y se levantó de un salto inmediatamente, su propio reloj parpadeó en rojo. Se volvió sin decir una palabra dejando a Andrea y al resto del equipo de noticias atónitos mientras corría desde la sala de reuniones hacia la escalera y se perdía de vista. Se quitó las gafas y saltó por una ventana abierta volando directamente hacia L Corp.
Cuando dio la vuelta, pudo ver el daño. Un trozo de la pared y la mayoría de las ventanas se habían roto y los muebles habían sido derribados varios pies. Lena estaba en el piso de su oficina cubierta de sangre que brotaba de la línea del cabello y del brazo izquierdo. Leo se agachó a su lado aterrorizado Jess entró corriendo con aire alarmado.
