CAPÍTULO 12

353 21 6
                                    

Mireia

Me desperezo mientras cierro la ventana de la nueva habitación en Dinamarca, y no puedo evitar bostezar. No puedo creerme que me haya dormido.

Pero sí, lo he hecho. Cuando hemos llegado a Copenhague, lo primero que he hecho ha sido subir rápido a mi habitación y ni siquiera he deshecho la maleta. Me he tumbado en la cama y me he dormido. Menos mal que no son ni las cinco y que, además, ya había comido algo en el avión. Suerte que el vuelo me ha sentado tan mal que no tengo hambre, porque estoy segura de que un paquete de cacahuetes no ha podido alimentarme tanto como creía.

Cuando creo que ya estoy lo suficientemente despierta y consciente, me aseo y me cambio de ropa, porque ni siquiera me he molestado en ponerme el pijama al llegar. Me maquillo un poco, no demasiado, ya que llevo un outfit sencillo: unos pantalones largos anchos, una camiseta de manga corta y una sudadera de cremallera. Hace frío en Copenhague. Me dejo el pelo suelto con unas pocas ondas y agarro mi mochila, guardando todo lo que necesito, incluida mi cámara de fotos. Aunque esta me la cuelgo al cuello.

Una vez tengo todo preparado, cojo que mi móvil, que había muerto durante el vuelo por la batería. Al menos, antes de echarme a la cama, he tenido la decencia de ponerlo a cargar.

Ya que no hace demasiado malo en Dinamarca y tenemos la tarde libre, he decidido que era buena idea ir de turismo por la capital. No vamos a tener ningún otro día para ello, así que tengo que aprovechar. A ver si tengo la suerte de convencer a algún jugador para que venga conmigo.

Aunque, antes de nada, enciendo mi móvil y espero a que carguen los mensajes. Estoy segura de que, habiendo desaparecido así, alguien ha tenido que preguntarme. Además, tengo que avisar a mi madre de que ya hemos llegado y de que todo está bien.

Pensando que lo que más me iba a encontrar eran mensajes de ella, me sorprende ver que es Marco quien la ha superado esta vez. Su chat está encima de todos, sumando hasta veinte mensajes. No puedo evitar reír al ver su insistencia, pero tampoco tardo en meterme en la conversación.

━━━━━━━

10:53
marco 🤪
mireiaaaaaa
llorente se ha dormido
me aburro
¿estás ahí?

12:50
marco 🤪
eyyyyy
¿te has dormido tú también?

14:02
marco 🤪
¿has llegado a tu habitación?
¿en cuál estás?
la mía es la 215

14:15
marco 🤪
¿dónde te has metido?
voy a bajar a comer ahora
te espero en el vestíbulo

14:42
marco 🤪
¿mireia?

marco 🤪 te ha llamado a las 14:45

14:58
marco 🤪
¿te has muerto?
me estás asustando

15:02
marco 🤪
vale no
¿por qué me acaba de decir pau que
estarás dormida porque tenías mucho sueño?
¿le has contestado a él y no a mí? 🥺😭
mireiaaaa

16:35
marco 🤪
llámame cuando te despiertes
podemos ir de turismo por copenhague a la tarde

━━━━━━━

Tardo unos segundos en leer todos los mensajes, pero, cuando termino, noto una sonrisa en mi cara. Marco estaba preocupado por mí y, además, quería estar conmigo y pasar la tarde juntos.

Estoy respondiéndole, escribiendo por qué no le he contestado hasta ahora, cuando alguien toca a la puerta de la habitación. Bloqueo el móvil un segundo, pensando en acabar el mensaje cuando vea quién ha llamado. Porque si ha podido esperar hasta ahora, puede esperar un minuto más.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Aug 20, 2021 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Efímero - Pedri González, Marco AsensioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora