08. Equipo

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Capítulo 08. Equipo

Un breve aviso, como imagino que os habréis dado cuenta al leer el capítulo 5 y el final del anterior, quiero adaptar Fifteen al fanfic y conservar esa parte de la historia original. Este y los dos siguientes serán capítulos más largos.


— No soy un rey. — Respondió Chuuya, con el ceño fruncido y mirando de mala manera a Dazai. — Solo soy yo mismo cumpliendo mi responsabilidad, y soy muy fuerte. Sabes demasiado de Sheep.

Dazai sonrió. — Hace un tipo me ofrecieron unirme a Sheep. Claramente me negué.

— Fue una buena decisión. Atrasaste tu muerte.

— No te creas, te hubiera matado yo antes. — Chuuya se alejó del cuerpo tirado en el suelo de Dazai. — La decisión ya está tomada. Enviaré tu cabeza a la oficina de la Mafia como señal de que...

Dazai interrumpió a Chuuya. — No puedes matarme. 

Dazai se levantó del suelo como pudo. Desde detrás del Rey de las Ovejas pudo escucharse una voz.

— Ríndete niño. — Hirotsu tomó una pose de combate, preparado para atacar al chico si fuera necesario.

— No te tengo miedo, viejo. Nadie puede contra mi. Huid mientras podáis.

Hirotsu miró a Chuuya con una expresión tranquila. — Que nostalgia, yo era como tú, chico. Pensaba que podía creer a ciegas en el poder. Ahora... llegó el momento del arrepentimiento. — Los pasos de Hirotsu acercándose resonaron a su alrededor. Sus ojos fríos como de un cazador de almas no se despegaban del pelirrojo.

— ¿También eres usuario de habilidad? ¡Qué interesante! — Chuuya tomó posición de pelea, aún con sus manos en los bolsillos de la chaqueta verde.

— Hirotsu-san, no te enfrentes a él. — Dazai aún se quejaba de dolor. — Su habilidad es la manipulación de la gravedad. No es compatible con tu habilidad.

El hombre entrecerró los ojos. — Hm... ¿Gravedad? — Retiró sus guantes blancos y los guardó en su negro y largo abrigo. — Mi habilidad consiste en crear una fuerza de repulsión en las cosas que toco.

— Con que diciendo tu habilidad. Eres un mafioso con dignidad de pelear. ¡Pero no esperes respeto por tu vejez! — Chuuya se lanzó contra el hombre, flotando en el aire, tratando de dar un golpe horizontal. La mano derecha de Hirotsu, en defensa, chocó con los zapatos de Chuuya. La repulsión y la gravedad colisionaron y crearon un leve estallido. Chuuya voló hacia atrás impulsado por la explosión y aterrizó ligeramente como una pluma sobre una pared. — Tu habilidad no puede hacer nada contra mí, viejo.

A pesar de que el pelirrojo tuviera razón, Hirutsu mantuvo su expresión seria.

Chuuya volvió a lanzarse contra el mafioso, esta vez corriendo hacia él. Sus manos seguían en los bolsillos de su chaqueta. Lanzó una patada alta que la mano de Hirotsu detuvo. Aprovechando que al protegerse de la patada había dejado al descubierto el resto de su cuerpo, y sus rodillas estaban flexionadas, Chuuya trató de dar golpes bajos a modo de distracción, hasta que volvió a elevar su pierna izquierda y en vez de dar una patada con ella, golpeó el hombro de Hirotsu y mantuvo la postura para que el hombre no se moviera. El mafioso agarró el hombro de Chuuya.

— Te atrapé.

Chuuya le miró con el ceño fruncido y una leve sonrisa en su rostro. —  ¿Y qué? Tu habilidad no funcionará.

— ¿No?

Chuuya giró la cabeza y se sorprendió al ver a Dazai detrás suyo, tocando su cuello.

Nacido para la MafiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora