good boy, bad boy. | ls

PARTE 12

Bad (boy)

"Les recordamos a todos los estudiantes que el día de hoy las clases terminarán a las 10.30 am para dar pie a los preparativos del evento Con-pasión, que comenzará a las 4 pm. Se espera la asistencia puntual de todos los estudiantes, así como sus invitados, en el salón principal. La etiqueta es ropa de excursión o deportiva."

Harry sintió su estómago dar un vuelco al escuchar la voz mecanizada resonar por los altavoces de la biblioteca. Los voluntarios estaban absueltos de las clases ese día, así que había decidido tomar la mañana con calma. Ajustó la vista al estante frente a él, la madera se sentía fría bajo su tacto, regresándolo a la realidad. Los libros de la sección de fantasía le daban la sensación de familiaridad y calma que había estado buscando. Sus nervios – mayores de lo que había anticipado – se habían disipado al momento de devolver el ejemplar a su lugar.

Pero todo sentimiento de seguridad se había esfumado al sentir los pasos detrás de él. El calor y el aroma que reconoció aun antes de girarse, antes de detener la música en su teléfono. Esperó el toque en su hombro, juguetón y cotidiano. Seguido del "Ángel" susurrado en su oído, "¿listo para volver al mundo real?". "Si no tengo opción...", habría respondido, las palabras perdiéndose en la fina tela de la camisa de uniforme desarreglada.

Cuando el toque en su hombro llegó, lo transportó meses al futuro, de vuelta al mundo real. Donde los susurros, abrazos, y travesuras compartidas casi se desvanecían en su memoria. Aun así, ahí estaba él. A un paso de distancia, la decisión de girarse o huir sin ver atrás colgando en la balanza.

- Harry – pero de nuevo, ¿qué son algunos meses para un corazón roto? La decisión estaba tomada. Cuando giró se encontró con un uniforme perfectamente planchado. Un peinado igualmente cuidado y un par de ojos azules, con las pupilas casi imperceptibles. Reprimió la sonrisa que le produjo el aspecto ligeramente demacrado bajo la fachada del joven perfecto.

- Hola – trató de sonar cortante, por encima de la nota de anhelo que se expandía en su pecho.

- Te extrañé – Harry no respondió - ¿cómo estás?

- "Te extrañé, ¿cómo estás?" – murmuró con burla – hablas como si fuésemos amigos.

- ¿No lo somos? A...a mí me gustaría ser tu amigo – Harry ahogó una carcajada.

- No, a ti te gustaría tenerme comiendo de tu mano cuando te plazca, cuando te convenga.

- Claro que n... – Harry le dijo que baje la voz, ambos se giraron la cabeza de un lado al otro, asegurándose de no ser oídos - ¿es eso lo que piensas de mí?

- ¿Y qué quieres que piense, Louis? ¿No eres tú quien me llama, me escribe, me busca cuando quiere? ¿Quién me hace a un lado con la misma facilidad?

- ¿En serio crees que algo de esto es fácil? ¿no crees que deseo que las cosas fueran diferentes? Nada de esto es fácil, Harry.

- Tal vez para ti no lo sea, pero la solución es muy obvia para mí.

- ¿Entonces qué harás? ¿Alejarte? ¿Hacer como si no existiera? ¿Cómo si nunca nos hubiéramos conocido? – Harry abrió los labios, incapaz de producir ningún sonido. Louis suspiró. Nada de eso era fácil – Vine a verte hoy porque debemos hablar, en privado. Hoy...

- Claro, siempre tenemos que hablar en privado. No, Louis. Estoy cansado de esto. No soy de las personas que se esconden, sabes eso.

- No te pido que te escondas, debemos hablar sobre esta semana. Solo te pido que me escuches, quiero que estés preparado.