Me dolía la cabeza. Correr nunca había sido mi fuerte, y aún así estaba esprintando a una velocidad endemoniada por callejuelas de una zona de la ciudad que no conocía, simplemente asumiendo hacia dónde me dirigía. En cuanto me percaté de que, de un modo u otro, había logrado llegar a la zona que buscaba, saqué rápidamente mi teléfono móvil de uno de los bolsillos de mi cazadora y llamé al único contacto que podría ayudarme en aquella situación.
-Hola, Ji... -Masculló, posiblemente medio dormido.- ¿Estás corriendo?
-¡Hyunjin! ¡Por favor, sal a la esquina de tu calle!
-¿Ha pasado algo? -Replicó, mucho más centrado.
-¡Por favor!
-Mierda. Voy.Dicho aquello colgó y yo seguí corriendo, para encontrarme de frente con aquella tan usual figura delante de mí, justo al torcer la esquina. Salté rápidamente a sus brazos, dejándome acunar por un par de segundos, hasta que enterré la cabeza en su pecho y le hablé desde ahí.
-Es Jaeho. Lleva un buen rato persiguiéndome, pero no sé si lo he perdido.
ʚ♡ɞ
La tarde había sido pacífica.
Podría haber jurado que nos habíamos perdido al menos cincuenta veces en aquella ciudad tan apartada, pero Hyunjin siempre parecía saber por dónde ir. Aprovechando que era sábado, habíamos cogido un tren relativamente temprano para dirigirnos a Incheon, donde planeábamos pasar el resto del día. Había pedido a una de mis amigas quedarme a dormir en su casa, intentando evitar tener que dar explicaciones a mis padres si acaso llegásemos muy tarde al volver (porque era más fácil decir que había hecho planes con mis amigas y que luego dormiría con una de ellas y no tener que explicar que había pasado el día con un hombre al que no conocían).
Tras comer en el primer restaurante que nos encontramos que no pareciese muy caro, nos habíamos comprado un par de helados para cada uno, decidimos visitar algunos parques de la zona, matando el tiempo mientras hablábamos. Hyunjin se empeñó en sacarnos (y sacarme, igual que yo a él) algunas fotos con absolutamente cualquier cosa que destacase un mínimo respecto al resto del paisaje, y en más de una ocasión pareció a punto de pedir sacarse una foto con transeúntes desconocidos que decía que se parecían "a alguien a quién conocía" o, en su defecto, "a alguien a quien había visto por la televisión". Pararle fue complicado, pero las risas de después parecían compensarlo totalmente; era un poco idiota, pero era mi idiota favorito y eso hacía que no me importase verle tener ideas terribles. Con tal de que fuese feliz, era suficiente.
Seguimos paseando por todos los lugares que teníamos relativamente cerca, hasta que vimos que empezaba a hacerse un poco tarde y nos dirigimos a la zona de Chinatown para cenar allí. La cena, al igual que el resto del día, transcurrió sin incidentes. Estuvimos hablando y comiendo, con tranquilidad, y paseamos luego de terminar hasta que decidimos que era hora de volver a casa. Lo cierto es que habíamos tenido suerte de llegar siquiera a coger el último tren de regreso pero, al menos, aunque fuese de milagro, estábamos sentados en el vagón y sabíamos que llegaríamos.-Bueno, eso estuvo cerca. -Comentó Hyunjin, riendo.
-Si llegamos a quedarnos ahí, creo que me da algo. -Repliqué, apoyando la cabeza contra el asiento.- ¿Dónde dormiríamos? Casi no tengo dinero ya.
-No seas idiota. -Dijo, dándome un par de palmadas en un brazo.- Yo aún tengo. No me importaría pagarte la estancia.Pensé entonces en las implicaciones reales de quedarnos allí y, por tanto, tener que dormir fuera. Seguramente no tuviésemos dinero suficiente para pagar mucho más que una habitación, y tendríamos muchísima suerte si tuviese dos camas. ¿Tendríamos que dormir juntos, si hubiese sucedido? No lo sabía, y aún así el solo pensarlo me hizo ruborizarme como si acabase de verme desnuda en ese mismo instante.
ESTÁS LEYENDO
Fuck you. *:・゚✧ Hwang Hyunjin fanfic.
Fanfiction"Hwang Hyunjin, eres un jodido imbécil" pienso, en sepulcral silencio, cuando sus labios se fruncen para lanzarme el más desagradable beso que podría haber recibido en la vida. Le miro y las comisuras de mis labios se elevan para dibujarme en el ros...