¡Oh, jueves! Qué cerca sonaba del viernes, y con él del fin de semana. Tenía muchas ganas de que pasasen los días para poder hacer planes sin tener en cuenta los horarios de clase, malgastando mi tiempo como la buena adolescente aún perdida en la vida que era.
Llegué puntual aquel día, a pesar de haberme despertado un poco más tarde de lo que hubiese debido, y tomé apuntes las primeras horas de clase. Mi mañana comenzaba bien, gracias al cielo, y esperaba que así siguiese; en tiempos de clase, la paz mental era mi mayor tesoro. Sin embargo, en cuanto llegó el primer recreo toda aquella tranquilidad pareció desvanecerse por completo cuando, al aproximarme a Hyunjin para hablarle, me encontré con que tenía un corte relativamente reciente en la ceja.-¡Jinnie! ¿Y eso? -Inquirí, preocupada, aproximándome a él.
-Me caí antes, viniendo a clase. -Dijo, pero sonó poco convencido.
-No te creo. -Repliqué, ladeando la cabeza.- Sonaba un poco a mentira.
-Ah, joder. -Resopló, sujetándose la frente con una mano.- Mejor no preguntes, Ji.
-¿Pero por qué...?
-No quieres saberlo. -Me interrumpió, tajante.No solía exteriorizarlo, pero en el fondo era una persona bastante sensible y recibir cualquier tipo de comentario con un tono de voz como aquel me hacía sentir mal, culpable de algo que siquiera sabía si habría hecho, y me hacía querer echarme a llorar. Tragué saliva, suspirando, y buscando dejar de molestarle caminé en dirección a la salida del aula. Como si hubiese tardado a penas un segundo en leer mis emociones, escuché a Hyunjin llamarme y correr en mi dirección, pronto sujetándome por la muñeca.
-Perdón. Lo siento, lo siento mucho. -Dijo, desviando la mirada.- No quería ser un borde de mierda contigo. Es solo que... No quiero darte problemas o quebraderos de cabeza.
Me giré entonces hacia él, examinando la brecha en su piel, y caí entonces en la cuenta de lo que había pasado.
-Oh. ¿Te has peleado con alguien...?
-Sí... Sí, lo he hecho. -Largó, volviendo a mirarme.- Pero no podía evitarlo.
-¿A qué te refieres?
-Es que... Ji, es mejor que no te lo diga.
-Si no me lo cuentas voy a sufrirlo mentalmente el doble, comiéndome la cabeza. Lo sabes, ¿no?
-Me encontré con Jaeho de camino a clase. -Terminó cediendo, sin previo aviso.- Y no es que tuviese oportunidades reales de ganarme, pero por intentar pararle terminé abriendo la guardia y llevándome un puñetazo con un anillo.
-¿Y por qué no querías que lo supiese...?
-Porque me pegó por "cambiarles" por "una cualquiera". Y yo obviamente le pegué de vuelta, porque no pensaba admitir que te faltase al respeto. -Explicó.- Me hubiese llevado la hostia, le hubiese amenazado y luego dejado marchar, pero decidió meterse contigo. Y eso no iba a pasárselo.
-Hyunjin, vas a acabar metiéndote en un problema serio. -Apunté, frunciendo levemente el ceño.
-No quiero que te preocupes por esto. Por eso prefería no contártelo.Tras revisar fugazmente la hora decidí echarme a caminar, sujetándole por la muñeca para obligarle a venir conmigo, puesto que por mucho que sintiese que debíamos tener aquella conversación también nos hacía falta llegar más o menos puntuales al aula de castigos. Recorrimos el trecho en silencio y esperamos allí sentados a que el señor Lee finalmente apareciese para luego irse, al fin permitiéndonos volver a hablar. El ambiente estaba un tanto tenso, y eso no me gustaba en lo absoluto.
-No me gusta que sigas peleándote con gente. -Mascullé, evitando su mirada.
-JiYoon, ya no lo hago.
-¿Y lo de hoy qué fue? ¿Un uno para uno de boxeo amistoso?Resopló al oírme, pasándose la mano diestra por el pelo, y se puso en pie para comenzar a caminar en círculos.
-Ji, ¿qué más da? Es mejor así. Te respeta a ti, nos respeta a los dos y...
-¿Y qué me importa que me respete, Hyunjin? -Espeté, interrumpiéndole.- Prefiero que me insulte a que llegues a clase con una puta brecha en la ceja.
-Ni siquiera es para tanto.
-Sí lo es. -Seguí implorando, agitando las manos.- Y es mi culpa.
-No, no lo es. JiYoon, no se te ocurra decir eso.
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Fuck you. *:・゚✧ Hwang Hyunjin fanfic.
Fanfiction"Hwang Hyunjin, eres un jodido imbécil" pienso, en sepulcral silencio, cuando sus labios se fruncen para lanzarme el más desagradable beso que podría haber recibido en la vida. Le miro y las comisuras de mis labios se elevan para dibujarme en el ros...