Fuck you. *:･ﾟ✧ Hwang Hyunjin fanfic.

࿐ Detesto a tu familia.

¡Viernes! Día de absoluta celebración; no por nada importante, sino porque podría levantarme a la hora que me apeteciese al día siguiente.
Llegué a clase eufórica, como si no hubiese tenido que madrugar, pensando en todos los planes que tenía para ese fin de semana: uno o dos (pero al menos sabía que vería a Hyunjin). Llegué al aula pensando en él y en lo divertido que sería aquel día y los siguientes, y me lo crucé en la puerta del aula -lo cual era sorprendente, puesto que no solía llegar tan puntual-.

-¡Jinnie! ¡Hoy es día de celebración! -Exclamé, saltándole encima.
-¿Qué? ¿Por qué? ¿Me he perdido algo? -Preguntó, visiblemente confuso.
-¡Porque es viernes! ¡Feliz fin de semana!

Llevaba mucho tiempo sin alegrarme tanto por un fin de semana, pero aquel era distinto: iba a conocer a buena parte de la familia de Hyunjin y además planeaba pasarme los tres días con él, y por algún motivo aquello me generaba una euforia tremenda. Tenía ganas de aprovechar aquellos días de descanso al máximo, al lado de una de mis nuevas personas favoritas, y todas las horas que restaban de clase parecían importar poco al pensar en lo que luego vendría. Le salté encima, abrazándome a él, y le oí reír mientras sus brazos me sujetaban por la espalda, apegándome a él. Era tan cómodo, tan bonito.

-Feliz fin de semana para ti también, exagerada. -Susurró, llevándome lentamente en volandas hacia el interior de la clase.- Ni que se acabase el instituto hoy mismo.
-No, pero voy a pasar mucho tiempo contigo y eso me gusta.

Agradecí que no me estuviese viendo el rostro, porque sentí que se me arremolinaba la sangre en las mejillas casi al instante. ¿Por qué había dicho eso, de esa forma? Qué vergüenza.

-Me alegro. -Dijo, depositando un fugaz beso en mi hombro y dejándome sentada sobre mi mesa con cuidado.- A mí también me gusta poder pasar tiempo contigo.

Se puso de cuclillas, mirándome desde abajo y apoyando ambas manos sobre la mesa, y yo pensé por un instante en cómo me vería desde su mirada. ¿Estaría muy fea? Pero bien pensado, ¿por qué debía importarme eso?

-Tengo ganas de esta tarde, aunque no quiera ver a mi familia. -Masculló.- ¿Cómo vas a venir vestida?
-Oh, pues...

Me quedé completamente en silencio, como si me hubiese atragantado con mis propios pensamientos, aunque en verdad conociese bien la respuesta. Estaba hasta entonces tan perdida en mis propias dudas y cuestiones que su pregunta me dejó sin habla.

-No te preocupes, puedes venir como quieras. No es que me importe mucho cómo vayas vestida, vas a estar guapa igual.
-Oh, no es eso. -Sonreí, mirándole.- Es que estaba pensando y me ha costado un poco centrarme.
-¿Pensando? ¿En algo malo?

Estúpida. Era estúpida. ¿Por qué se me daba tan mal callarme la boca a veces?

-No, estaba divagando mentalmente. -Dije, para luego cambiar rápidamente de tema.- El caso es que voy a ir con un vestido que tengo, aunque no sé si será muy formal.
-Oh, no te preocupes por eso. -Dijo, bufando.- Todos van a parecer gente rica en una pasarela internacional. Yo no voy a ir muy arreglado, así que te pongas lo que te pongas está bien.
-Vale, pues me apaño.

En aquel momento sonó el timbre y Hyunjin, aunque a regañadientes, se irguió y se despidió de mí para irse a su sitio. Yo me moví y me senté en mi silla, viendo segundos después al profesor entrar al aula y dejar sus cosas en la mesa para comenzar la lección. Como ya era costumbre, la hora se pasó rápidamente, pues apenas presté atención a la clase, y con aquella la siguiente. En aquel momento en que hubiese podido relajarme, desentendiéndome de todo a mi alrededor, terminé queriendo saltar por la ventana para parar al menos por un minuto los pensamientos que se me arremolinaban en la cabeza. Por una vez, al menos, eran bastante claros:  Hyunjin, Hyunjin, Hyunjin. En eso pensaba. Hyunjin, Hyunjin y otra vez Hyunjin. A pesar de aquello, escuchar el timbre que indicaba que era la hora de volver al aula de castigos me hizo pensar con cierta claridad, recordando que al menos hablar con él podía ayudarme a estar un poco más tranquila.