Fuck you. *:･ﾟ✧ Hwang Hyunjin fanfic.

ﾟ✧ ࿐ྂ Mentiroso.

Bien, el día empezaba fuerte. Chan se había quedado a dormir y como el día anterior había carecido de las ganas de empezar una confrontación, me acababa de despertar al lado del gran amigo que me había mentido descaradamente para que no estuviese con Hyunjin. ¡Por el amor de dios! Aún estaba enfadada, muchísimo, pero no encontraba el momento de sacarle el tema sin acabar perdiendo la cabeza.

-Buenos días... -Murmuró, con voz ronca.
-Buenos días. -Largué, levantándome de cama.

Aproveché que aún estaba en proceso de despertarse para cambiarme de ropa directamente en la habitación, en vez de ir al baño, y cuando le vi empezar a erguirse alcancé en la mochila que había traído su uniforme, para lanzárselo a la cabeza.

-Vístete. -Ordené, saliendo ya de la habitación.- Voy a maquillarme un poco.

No me molesté en mirarle, porque me sentía incapaz, y me dirigí directamente al baño sin esperar una respuesta. Cerré la puerta con pestillo, para asegurarme de que nadie me molestaría, y cogí el neceser en que guardaba mi maquillaje, justo antes de mirarme al espejo. No sé qué vi en el reflejo, ni qué sentí que provocase semejante reacción, pero tras fijar la vista en mis propios ojos terminé rompiendo en llanto, mientras cientos de pensamientos se arremolinaban en el fondo de mi mente. "Es tu culpa", me dije, en cierto momento. "Es tu culpa que te haya mentido porque eres tú quien hace todo mal siempre. Eres estúpida".
Tardé cerca de quince minutos en salir del baño. Fue el tiempo que me costó lograr recomponerme y volver a pensar con claridad, siendo capaz de recordarme que no estaba haciendo nada malo por querer ser amiga de Hyunjin, pero la ira en mí se había desvanecido ya por completo. Solo me sentía un tanto decepcionada y triste, pero por aquello no pensaba decirle nada. Ya se me pasaría.
Al entrar de nuevo en mi habitación vi que me miraba con algo que se asemejaba a la preocupación, pero en cuanto le sonreí vagamente volvió a mostrarse tranquilo. Me sentía mal. Me dolía ser incapaz de decirle nada.

-Has tardado en el baño, eh. -Apuntó, soltando una carcajada.- Sí que te ha costado prepararte.
-Ya, es que tengo que ir divina siempre. -Mentí.

No quería que se preocupase, porque para empezar ni yo misma entendía por qué me había echado a llorar. Era ridículo.

-Bueno, sea como sea ahora toca desayunar. -Dijo, poniéndose en pie.- Voy a preparar algo, así que baja en un rato.
-Sí, señor, sí. -Repliqué.

En cuanto salió de la estancia me senté sobre el colchón y me sujeté la cabeza con ambas manos, respirando con una fuerza que estaba cerca de doler. Trataba de buscar una respuesta a mis propias dudas, en silencio, pero lo único que me parecía lógico era creer que simplemente buscaba excusarle, aunque fuese estúpido, porque me dolía pensar en que me hubiese mentido. Dolía tanto que a ratos parecía mejor idea cargarme con la culpa para no soportar aquella sensación y, aunque me costase admitirlo, aquello había sido el desencadenante tanto de mi llanto como de los pensamientos desagradables que me habían invadido rato atrás. Era tan complicado sentirse de ese modo que quise gritarle, decirle el daño que una mentira tan aparentemente pequeña y a la vez egoísta podía causar y desahogarme, pero me vi incapaz; y cuando tocó entrar en la cocina, sonreí.

♡

Llegamos muy pronto a clase, porque yo fingí que tenía prisa, y en cuanto Chan fue a saludar a Minho aproveché para desaparecer, como si nunca hubiese llegado. ¿Qué posibilidades había de que ya estuviese en clase?

-¿Niña? Por favor, no me hagas reír. A mí no me gustan las crías de 15 como a ti. -Oí, un segundo antes de torcer la esquina. Era él.
-Hyunjin, no me rompas las pelotas, hazme el favor. -Replicó una voz masculina que no supe reconocer.- No lo digo por la edad que tenga o la que no, que me da igual. ¿Acaso no le has visto la cara de virgen?