Se podía ver un gran y espeso bosque, entre el cual dos figuras se encontraban paradas, con una separación de un par de metros.
Riveria: Recuerda Bell, debes mantener la concentración mientras haces el cantico o puede que te ocurra un fuego fatuo... (Decía viendo como el peliblanco recitaba un cantico, mientras que, de sus manos, leves chispas comenzaban a salir) Una vez termines el cantico usa esa concentración y fija el objetivo de tu ataque...
Al decir estas palabras, el peliblanco termino su cantico, para seguidamente de una de sus manos saliera un rayo directo a uno de los árboles que estaban a metros de ellos, haciendo explotar su base y derribándolo al instante.
Pero gracias a esto, la mano y brazo del peliblanco quedaron con un leve temblor, lo que causo una media sonrisa en la mujer.
Riveria: no estás acostumbrado a lanzar hechizos de alto rango como ese, es normal que te tiemblen las manos... (Decía en un tono cálido, mientras se acercaba al peliblanco, quien termino sentado en el suelo mientras respiraba de forma agitada) Descansa unos momentos, te lo mereces... (Decía mientras le pasaba una poción, para seguidamente sentarse a un lado del peliblanco, quien con una media sonrisa bebió la poción)
Después de esto, ambos quedaron en cómodo silencio, el cual fue roto por un sonrojado peliblanco.
Bell: R-Riveria... ¿Tu alguna vez te has enamorado? (Decía en un tono tembloroso, mientras un fuerte sonrojo comenzaba a subir por sus mejillas)
Esto ciertamente sorprendió a la mujer, y causo que un leve sonrojo apareciera en sus mejillas, seguido de una sonrisa cálida.
Riveria: Desde que salí de mi reino jamás me llamo la atención el tema de los hombres o de alguna relacion la mayoría de las veces los hombres se me acercaban por mi título o por prestigio... (Decía en un tono cansado, recordando su juventud y el tiempo en que tenía muchos pretendientes, de los cuales solo la querían por poder o prestigio) Hasta que conocí a alguien, es mucho menor que yo y un poco tímido también, pero su voluntad y amabilidad son lo que más lo hacen destacar, también tiene un gran corazón de oro, siempre viendo el bien de sus cercanos... (Decía mientras miraba directamente a los ojos al peliblanco, quien, miraba estupefacto esto, no notando la indirecta de la pelijade)
Bell: Y-Ya veo, espero que s-seas feliz con el... (Decía cambiando su nerviosismo por un deje de tristeza, no notando la clara indirecta que iba dirigida hacia él, lo que ciertamente la saco un suspiro a la alta elfa)
Riveria: Ven, volvamos con los demás, deben estar preocupados... (Decía mientras se levantaba, siendo imitada por el peliblanco, quien se mantenía en sus pensamientos)
Se logra ver un campamento totalmente destruido, cadáveres tanto de humanos como de espinas se encuentran por doquier, pero en el centro de todo, se puede ver a dos personas, una de ellas arrodillada en el suelo, mientras tiene a la otra en sus brazos, lo más destacable de esta, era la gran herida en su estómago.
Bell: ¡Riveria, por favor aguanta, los demás ya vienen! (Decía totalmente desesperado, mientras tenia a la peliverde en sus brazos, la cual, solo le dio una triste sonrisa) ¡Intentare cauterizar la herida, pero por favor aguanta!
Riveria: Bell... No... Ya no puedes hacer nada (Decía en un tono bajo, mientras se movía levemente en los brazos del peliblanco)
Bell: N-No gastes tu energía, solo no te muevas... (Decía mientras intentaba concentrar un poco de su magia de fuego en su mano, dificultándole por la falta de mente)
Riveria: Bell... Ya basta... Solo te causaras una mente cero... (Decía con dificultad, siendo totalmente ignorada por el peliblanco) ¡¡¡BELL YA BASTA!!!

ESTÁS LEYENDO
Tiempo
Ficção CientíficaLas tres grandes bestias que nacieron de la mazmorra antes de la llegada de los dioses solo eran prototipos creados para probar a los habitantes de la superficie. Años después y gracias a la expedición a los pisos profundos de la familia Freya, las...