Capítulo 8

1.1K 111 14
                                    

El sol apenas comenzaba a salir para dar comienzo a un nuevo día.

Entre la oscuridad que aún quedaba de la noche anterior, un pequeño grupo se movilizaba intentando llegar a un bosque a kilómetros de distancia.

Sin ser notado por el grupo, el lugar donde pisaban comenzaba a fracturarse y hundirse.

De un momento a otro, un gran agujero se formó detrás del grupo, de donde un fuerte rugido se escuchó, seguido de un gran grupo de sombras blancas.

Tione: Mierda... (Hablo viendo como dos espinas se acercaban rápidamente a ella, donde rápidamente y usando su desgastada arma intento cortar a una, mientras pateaba a otra)

Su hermana al notar esto se separó del grupo y fue en su ayuda, logrando terminar con ambas con algo de dificultad, para seguidamente volver a correr junto al grupo.

Naaza: Debemos apresurarnos... (Hablo aterrada, mientras reforzaba su agarre en la mochila con yerbas medicinales que tenía en su espalda)

Lefiya: No lo lograremos... (Hablo viendo como a sus espaldas una gran nube de polvo comenzaba a levantarse) Hasta donde llegan los túneles de esas cosas... (Hablo enojada, mientras apresuraba el paso)

Escuchando los rugidos de las espinas y viendo que no tendrían suficiente tiempo para huir al bosque o esconderse en este mismo, Hermes pensaba en una solución, viendo de reojo a Bell, quien ya tenía en sus manos sus espadas, mientras les daba un asentimiento a Tione y Tiona.

Solo una idea se le venía a la mente, solo esperaba que Bell lo escuchara o no tendrían otra salida.

Con ese pensamiento el dios se detuvo de golpe, causando que todos repitieran su acción.

Naaza: ¿Qué estupidez haces...? (Pregunto totalmente alterada, viendo como el dios le pasaba su bolso a Bell, quien lo recibió de mala manera)

Hermes: Solo les doy una oportunidad... (Hablo con un aire burlón, mientras comenzaba a concentrar su poder divino, divisando el lugar donde pensaba enviarlos)

Al concentrar su poder, rápidamente un pilar se levantó hacia el cielo, llamando la atención de aún más espinas, las cuales rápidamente se dirigieron en su dirección.

En un acto de enojo, Bell lanzó la bolsa que le había pasado el dios a Naaza, para seguidamente encarar al dios, no logrando acercarse gracias al aura que lo rodeaba.

Bell: ¿¡¡¡ACASO PIENSAS MATARNOS A TODOS...!!!? (Grito totalmente fuera de sí, debatiéndose si debía decapitar al dios o solo noquearlo de un golpe)

Hermes: Sé que me odias por todo lo que hice en Orario, pero te juro que hago esto solo para salvarlos... (Hablo en un tono bajo, mientras concentraba aún más poder, causando que un portal se abriera frente a él) Entren rápido, no lograre mantenerlo por much... (Hablo en un tono un tanto cansado, solo para que seguidamente una garra de espina lo golpeara en su hombro, desestabilizando al portal)

Rápidamente las hermanas amazonas acabaron con la espina, mientras Lefiya congelaba a un par más, logrando frenarlas durante unos minutos.

Gracias a eso Lefiya logro ver que estaban completamente rodeados, por lo que levanto una gran barrera alrededor del grupo, logrando mantener fuera al gran ejercito de espinas.

Lefiya: ¡¡¡DENSE PRISA Y CRUCEN EL MALDITO PORTAL...!!! (Grito cansada mientras luchaba por mantener levantada la barrera, la cual agotaba rápidamente su poder mágico)

Naaza por voto popular fue la primera en cruzar, llevándose consigo los bolsos con provisiones que necesitaba el resto del grupo.

Cuando Tiona estaba por pasar el portal, una de las espinas que se encontraban congeladas se liberó y ataco a Lefiya, mordiéndole el hombro derecho, causando que se desconcentrara, deshaciendo la barrera.

TiempoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora