Capítulo 11.5

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El volar sobre las nubes, alejado de todas las batallas, muertes y sangre le daba una paz indescriptible.

Entendía por que a las aves y dragones les gustaba tanto volar, el viento golpeando en su rostro se llevaba todas sus amarguras y pensamientos negativos, lamentablemente solo podía disfrutar de esto por un corto periodo de tiempo.

Bell: Creo que ya es hora de volver... (Hablo en un tono relajado, recibiendo un gruñido de parte de su dragón, quien rápidamente volteo en dirección de la ciudad flotante)

Mientras se acercaban a la ciudad, Bell comenzaba a sentir un extraño sentimiento de inquietud, algo le decía que, en cualquier momento, esa momentánea paz se iría al carajo.

Fue sacado de sus pensamientos cuando Araxes se detuvo, encontrándose de frente con cierta dragona que ambos conocían bien.

Lefiya: ¡¡¡Hestia nos envió a buscarte...!!! (Grito un tanto preocupada, hace horas Bell había desaparecido de la tienda medica)

Ante esto Bell, solo le dio unas señas para que hablaran en la ciudad, ese sentimiento se había acrecentado al ver a Lefiya.

Lentamente ambos dragones se dirigieron hacia una de las zonas despejadas de la ciudad, donde aterrizaron y permitieron que sus jinetes bajaran de sus lomos.

Bell: Solo quería despejarme un poco, lo lamento si los preocupe... (Hablo en un tono relajado, mientras se acercaba a Lefiya, quien soltó un suspiro)

Lefiya: No es como si estuviera preocupada por ti, solo causaste que Hestia perdiera la cabeza y comenzara a gritar por todos lados... (Hablo mientras desviaba la mirada, cruzándose de brazos y con un pequeño sonrojo en sus mejillas, lo que le saco una media sonrisa a Bell) No sabía que conocías hechizos tan poderosos... (Hablo en un intento de cambiar el tema, causando que Bell la mirara un tanto confundido)

Bell: Fue uno de los tantos hechizos que me enseñaron en el reino Alf, no sabía que Araxes pudiera canalizarlo... (Hablo un tanto nervioso, él pensaba que solo sería un ataque similar al Rea Laevatein de Lefiya y Riveria)

Lefiya: Ya veo... será mejor que vallamos con los demás, de seguro Hestia debe estar como una loca esperándonos... (Hablo un tanto desganada al escuchar la mención del reino Alf y los recuerdos que traía consigo ese recuerdo)

En silencio Bell la siguió, ajeno a las pequeñas miradas que Lefiya le daba cada ciertos momentos, solo para ser interrumpida por la aparición de Hestia, quien rompió en llanto al ver a Bell sano y salvo.

Aunque esto le pareció gracioso a Lefiya, un amargo sentimiento seguía apretando su pecho, junto a un pesado sentimiento de culpa y vergüenza.

Dejo de lado esos pensamientos cuando vio a Loki y Miach acercarse a ellos, por lo que oculto todo lo que sentía con una sonrisa, como siempre lo hacía.

Poco después de que Hestia arrastrara a Bell a la tienda médica y obligara a Miach a revisarlo, se dirigieron a ayudar a los refugiados, el desgaste de Hela ya era exagerado, solo era cuestión de días para que su poder se agotara y entrara en su forma divina, lo que la enviaría el cielo de inmediato.

Para irritación de Bell, Cogman lo estuvo abrumando con las historias que consiguió de los refugiados y de la misma Hela, estaba pensando seriamente hacer que Araxes usara al autómata como monta dientes.

Hubiera empezado una discusión con la hojalata, pero de la nada Hela se desmayó, causando que toda la ciudad flotante se sacudiera fuertemente.

Loki rápidamente se encargó de mantener estable la ciudad, aunque todos sabían que eso solo sería temporal, con la ayuda de Delta, llevaron a la diosa a sus aposentos, los cuales prácticamente funcionaba como una sala medica privada.

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