Imaginas con Monsta X

🔸️Mini Reaction (7/7)

Situación: Cuando se enteran que matas por dinero.

🐝Joohoney:

La puerta de la habitación azotó contra la pared cuando Jooheon logró abrirla con sus ansiosas manos a la par que las tuyas bajaban de su cuello y viajaban por todo su torso, acariciándolo e intentando desabotonar su camisa.

Tras unas semanas llenas de trabajo, por fin pudieron verse y, después de platicar un poco sobre ustedes, decidieron continuar con lo suyo en la cama.

Durante su tiempo en el trabajo, Jooheon se distraía por ratos mientras respondía entrevistas, asistía a programas y ensayos, su cabeza se mantenía ocupada con esos asuntos. Hasta que se encerraba en su estudio para trabajar individualmente, su mente solamente le proyectaba tu imagen para usarla de inspiración o como tortura en esos ratos de soledad.

Por otra parte, tú te encargabas de otro tipo de asuntos en tu trabajo. Asuntos que nunca le comentarías a tu novio por muchas razones, preocupándote más por estar a tiempo cuando él te necesita y, sobre todo, sin ningún rasguño visible. Esa fue tu mayor preocupación durante esos días en los que únicamente podían verse unas cuantas horas y luego irse a descansar o a seguir trabajando.

Jooheon ta había recostado en la cama muy cuidadosamente a la vez que seguía besándote. Dejaba besos muy dulces y lentos, esos que hacían que te impacientaras un poco, pero se lo dejabas pasar sólo porque también extrañabas sentir sus labios de esa manera.

—Honey.

Sonrió en medio del beso al sentir tus caderas alzarse para intentar rozar su entrepierna.

—Jagiya —susurró en tus labios sin despegarse un centímetro—. Sabes cómo les va a las niñas inpacientes.

Tomó fuerte tu cintura y la presionó contra el colchón para continuar frotando su creciente bulto por encima de la tela del pantalón. Jooheon amaba hacer las cosas lentas y tortuosas, haciéndote fastidiar a veces para provocarte cada vez más.

Bajó una mano por tu muslo y lo acarició tiernamente, apretando de vez en cuando y pidiendo permiso de acercarse cada vez más a tu intimidad. Cuando por fin acarició el punto que querías, volviste a alzar la cadera y soltaste un pequeño gemido en sus labios, haciendo que él dibujara otra sonrisita y presionara más su mano contra ti.

Retiró su mano para desabrochar el botón de tu pantalón y volver a introducir la mano, esta vez por debajo de tus bragas. Juraste que esta había sido la previa más tortuosa que te hubiera hecho.

—Jooheon, por favor —tomaste sus hombros y lo empujaste un poco, haciendo una mueca ante sus tactos.

—Está bien, no más juegos —dejó escapar una pequeña risa y se separó para comenzar a retirar la primera prenda.

Bajó tu pantalón y fue dejando pequeños besos a lo largo de tus piernas. Cerraste los ojos al sentir sus húmedos labios hasta que se detuvo de repente.

—Cariño, ¿qué es esto?

Tu mirada fue directamente a tus muslos, donde también estaba la de tu novio, observando los moretones que contrastaban con tu tono de piel. Jooheon pasó sus manos sobre ellos y no despegó la vista de ahí.

—No es nada. No me duele, en realidad.

Sus ojos dieron con los tuyos, reflejando una gran preocupación y angustia. Se apresuró a quitar tu blusa con cuidado y dejarte únicamente en ropa interior, luciendo los moretones y rasguños en el torso y piernas.

Jooheon ahogó un grito y se llevó las manos a la boca. Desviaste la mirada de su cara cuando notaste que sus ojos comenzaban a llenarse de lágrimas, envolviendo tu cuerpo con tus propios brazos de manera inmediata.