Mohae [🐺I.M]

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Cuando en verdad se está enamorado de una persona, no dejas de pensar en ella por más que pases el tiempo con tu pareja. Ese era el caso de Changkyun al tratar de dejar de pensar en ti por lo menos durante cinco minutos al día. Por más que se vieran, por más que hablaran por teléfono o se mensajearan, jamás se saciaba de ti.

Sabía que sus amigos estaban en poco fastidiados de escucharlo hablar todo el tiempo de ti, aunque no le pregunten por su novia, él siempre terminaría sacando algún comentario relacionado a ti; nunca se lo habían dicho directamente, pero él podía sentir la incomodidad y el silencio que venía después de sus comentarios lo volvían más que evidente. Es por eso que ahora Changkyun se encuentra tendido en su cama tratando de relajarse para poder despejar su mente de todos esos pensamientos. No era algo que le molestara, nada de eso; simplemente quería que, en su cabeza cursi y romántica, descansaras un poco de tanto rondar por ahí.

Tomó su celular y, sin siquiera encenderlo, comenzó a sonar, anunciando una llamada entrante. No dudó en contestar al ver el contacto que lo llamaba.

—¿Qué pasa?

—Pediremos algo de comida, ¿quieres algo? —Hyungwon preguntó al otro lado de la línea, tratando de silenciar a Minhyuk quien no paraba de hablar fuerte para que todos lo escucharan sólo a él.

—No lo creo, hyung. No tengo mucho apetito.

—Ni siquiera te he dicho qué pediremos.

—Quiero decir que no tengo hambre en este momento. Gracias.

Colgó y aventó el celular para un extremo de la cama. Enseguida rodó sobre sí, de manera que quedara boca abajo. Sumergiéndose más en sus pensamientos y relajación, llegó a la conclusión  de que no lograría borrarte, al menos no por ahora. Cogió nuevamente el celular y tecleó hasta dar con el contacto que en verdad quería escuchar.

—Creí que ya no me llamarías por hoy —reíste al contestar la llamada del chico, quien suspiró y soltó una risa al mismo tiempo.

—Sólo quería saber qué estabas haciendo ahora.

—¿Justo ahora?

Asintió aunque sabía bien que no lo podías ver.

—Estaba por ponerme el pijama e irme directo a la cama.

—¿Ya a dormir? Es un poco temprano, ¿no?

—Dije que iba a la cama, no que iba a dormir ya.

Amaba que fueras más inteligente que él al momento de contestar, así que sólo sonrió y rodó los ojos.

—Entonces, ¿quieres hacer algo esta noche?

—¿No es muy tarde para tener una cita?

Babe, nunca es tarde para tener una cita —dijo, tratando de evadir el hecho de que quería tenerte a su lado—. Dame unos minutos y estaré contigo.

Ni siquiera esperó tu respuesta cuando terminó la llamada y se encaminó a la puerta para ir por ti. Se despidió de sus amigos, avisando que llegaría tarde, y dirigió su auto hacia tu departamento.

Como es clásico de tu novio, no se hizo esperar y llegó en cuestión de minutos, con una gran sonrisa y las ganas de verte a flor, demostrándolo con un gran beso que a la vez era muy tierno al dejarle pasar. Una vez adentro, se iría inmediatamente al sofá, acomodándose de manera que pueda prestarte toda la atención.

—¿Y qué es lo que ibas a hacer? ¿Verías una película, una serie? ¿O comenzamos con el maratón de películas de terror que siempre postergamos? Creo que es un buen momento para hacerlo, ahora que tenemos todo el tiempo para nosotros —dijo tan emocionado como un niño, dando pequeños saltos en su lugar mientras dibujaba pequeños círculos en tu pierna con su dedo índice.

—Es una buena idea...

—¿Pero?

—¿Ah? No. Lo digo muy segura, es una buena idea —sonreíste de una manera un poco rara que hizo a Changkyun entrecerrara sus ojos, pero dejándolo pasar.

—Bien. Entonces buscaré la película.

Una vez acurrucados frente al televisor, viendo la película que tanto habían esperado ver juntos, podías sentir el tiempo pasar y cada tanto te volvías un poco más inquieta, como si algo te preocupara. Changkyun lo notó enseguida, pero no quería cuestionarte tan pronto por temor a que te sintieras más incómoda; sin embargo, conforme te revolvías más en tu lugar, él comenzaba a sentirse incómodo. Ya ni siquiera estaban prestando atención a la película.

—¿Crees que es hora de que me vaya? —logró soltar después de pausar la película.

—¿Tienes que irte ya?

—No lo sé. ¿Tengo que irme?

Pusiste una expresión de confusión y él dio con que no captabas lo que en realidad quería dar a entender.

–Cariño, siento que no estás muy a gusto esta noche. ¿Hay algo que te preocupe? Sabes que puedes decirme cualquier cosa —acarició tu mejilla—. ¿Hice bien al venir hoy, en este preciso momento?

Tu rostro intentaba ocultar un puchero y, cuando no pudiste más, exhalaste pesadamente para tratar de calmar tu ansiedad.

—Chang, cuando me llamaste me sentí tan feliz de que lo hicieras porque en verdad quería escucharte, necesitaba tranquilizarme y olvidar un poco algunas cosas que me atormentan desde hace días.

Changkyun alzó una ceja y te miró sin decir nada, esperando a que siguieras hablando. Algo que siempre reconocías de él es que sabe escuchar muy bien, sin importar lo que sea que vayas a decirle.

—No es nada grave —continuaste—, sino que últimamente me he sentido presionada por la escuela y el trabajo, y de alguna forma siento que esta misma preocupación no me hace rendir en nuestra relación, pues siempre que estoy fuera pienso en ti, pero cuando estoy contigo pienso en otras cosas. ¿Qué debería hacer?

Al escucharte, terminó muy sorprendido ante tu confesión y a la vez enternecido, pues era la primera vez que intentabas abrirte tanto desde que comenzaron su relación y él también tenía ciertas dudas de ese tipo. Changkyun simplemente sonrió tiernamente, tomó tus mejillas y te besó.

Bae, nunca tengas miedo de expresarte o abrirte de esta manera. También quería hablar de eso contigo, pero no pensé que fueses tú quien estaría más ansiosa. Créeme que de haberlo visto primero, hubiera tocado el tema antes. Y respecto a lo que dices, es muy común, jagiya, estamos conociéndonos, aún estamos aprendiendo a estar juntos y separados cuando se debe, no tienes porqué temer, siempre estaré contigo aunque no lo esté físicamente, pero también tenemos que esforzarnos por comenzar a mantener nuestra mente concentrada en el trabajo cuando se requiera. No quiero ser la razón por la que te despidan o te reprueben.

Depositó un beso en tu frente al terminar y sus manos buscaron las tuyas para tranquilizarte.

—Gracias, amor —dices mientras aferras tus manos a las de él—. Rayos, y yo que quería mantener siempre mi faceta de niña coqueta y romántica.

—No, nunca me ocultes tu dolor o intriga, también quiero conocer ese lado de ti. No dudes en llamarme cuando te sientas así, ¿está bien?

Asientes ante su pregunta y depositas muchos besitos en sus labios mientras juntas sus frentes.

—¿Sabes qué otro lado de mí quisiera mostrarte justo ahora?

—Por el tono que hiciste, tengo una idea de a lo que te refieres.

La película nunca la terminaron de ver y volvió a ser pospuesta debido a que, entre su ronda de besos apasionados, terminaron apagando la televisión y eso pasó a segundo plano. Desde que Changkyun te conoció, no temió en mostrarte quién era en realidad; su cuerpo, sentimientos y amor eran sólo para ti, confiando en tu corazón, pues sabría que su vibra nunca sería destruida contigo a su lado.

Los sonidos de sus pieles chocando y sus gemidos serían una prueba más, aparte de sus besos y caricias, del amor y confianza que se tenían.

Imaginas con Monsta XDonde viven las historias. Descúbrelo ahora