Mi niña Café | Juliantina I Terminada

Mi Niña Café

Valentina se volvió hacia Juliana con el ceño fruncido y con lágrimas en sus ojos. Se limpió suavemente la cara y sonrió cambiando el tema, como los días anteriores - Linda manera de desviar el tema de estar juntas ¿Eh Juls? - Se quedó mirando la lluvia y el cielo. Pero de nuevo volteó a ver a Juliana en cuanto la escuchó hablar - Juliana no quiso insistir y respetó el cambio de tema de la rubia.

- Val, sabes que no soporto la idea de verte triste. Me parte el alma verte llorar - Juliana alzó la mano para que Valentina la tomara y regresara con ella a la cama. Al tomar la mano de su rubia la beso y sonrió negando con la cabeza - ¿Quién iba a decir que tendría una novia tan testaruda?

- ¿Novia? Discúlpate pero a mi aun no me lo has pedido.

- ¿Tu lo crees necesario después de...? - Agregó Juliana sonrojada - Amor, hemos literalmente entrado y salido del infierno. Juntas. Yo creo que sería como insultar al universo si decidimos no ser novias ¿no lo crees? - Juliana la agarró de la cintura para hablarle despacito al oído - ¿Quieres que te lo pida aquí? O te esperas a que hoy me den de alta para poderte llevar a ese lugar que tengo en mente y poder pedirte que me concedas el honor de ser tu novia - A Valentina se le puso la piel de gallina al escuchar esas palabras tan lindas al oído. Su piel ardía al sentir el aliento de su morena tan cerca de lugares que provocaban aquellas  inquietudes en el estómago y entre sus piernas. Pero se puso triste cuando se dió cuenta de lo que en realidad estaba haciendo. Se sintió mal por estar evadiendo el tema con Juliana. Si iba a ser su novia, iba a hacerlo bien. ¿Como? Dejando de ocultar sus emociones y siendo honesta con esa mujer que de solo de verla, le volteaba el mundo de cabeza. Se separó de Juliana indecisa, se encaminó hacia aquella ventana que había sido testiga de sus lágrimas. Respirando profundo trató de hablar.

- Fuiste muy valiente Juls, no cualquiera hubiera regresado a ese infernal lugar - Juliana trataba de ladear la cabeza para ver si la rubia la volteaba a ver - Entraste a rescatar a mi mamá Juls, y ella...

- Lo hice porque no era justo que el maldito Alacrán se saliera con la suya - interrumpió con intención la morena - no solo mató a mis padres, sino también quería dañar a la mujer que amo. Yo regresé por ti Val, porque tu madre se sacrificó por el amor que te tiene, porque la ví salvarme a mí y porque ya sabes que no hay nada en este mundo que no haga por tí. - Juliana sabía que Valentina ocultaba algo, pero no quería forzarla a hablar, si la rubia necesitaba tiempo, le daría todo el tiempo que fuera necesario - A fin de cuentas, si tu madre estaba en esa situación con el Alacrán, era por mi culpa. No me iba a quedar sin hacer nada sabiendo que ella me rescató. Era lo menos que podía hacer. Aunque aún no se como haya terminado. Solo se que el Alacrán está muerto y tu madre... 

Flashback

Lauren y Lucía se pararon y se tomaron de las manos asustadas por las noticias que podrían recibir. A Lucía se le comenzaron a aguar los ojos pues el médico no hablaba, solo las miraba como buscando las palabras correctas. La verdad es que el caso se había complicado demasiado. Lo que más había afectado a Eva, era precisamente la falta de oxigenación y la pérdida excesiva de sangre. El médico se puso las manos en la cadera. Miró al suelo. Y, unos segundos después, alzó la mirada hacia aquellas nostálgicas y desesperadas mujeres.

- Lo siento mucho...la tuvimos que inducir a un coma - Jacobo llegó justo a tiempo para escuchar al médico - Su cuerpo ha sufrido demasiado, pero, se ve que ella sigue luchando. Las siguientes cuarenta y ocho horas son críticas, si las pasa podemos intentar sacarla del coma para ver si sus órganos funcionan por sí solos. A partir de ahí sabremos un poco más. De momento solo nos queda esperar - Lucia abrazó fuerte a Lauren.

Lucía y Lauren estaban solas en aquella fría sala de espera. Lauren no dejaba de consolar a Lucia. Le acariciaba suavemente la espalda, tratando de tranquilizarla aunque, su corazón respondía cada que la tenía tan cerca. Se separó de Lucía invitándola a sentarse, pero solo ella sabía que era una excusa para alejar la tentación. Evangelina se encontraba en coma, no era momento para sentir nada bueno. Se volvió hacia la rubia limpiando con su dedo índice las lágrimas desbordadas.