Mi niña Café | Juliantina I Terminada

Lady Diamante

- Chaparra, por favor no tengas miedo, no me vas a perder, ademas, no creo que mi madre, Evangelina, te ponga en peligro, simplemente no quiero pensar que sea capaz.

- No lo se Val, ella fue muy clara conmigo cuando me lo pidió y la verdad es que en ese momento yo ...  - Sonrió y bajo la mirada - yo daba todo, hasta lo que no tengo, por verte ... pero ahora que te tengo conmigo de regreso, no me gustaría perderte.

Valentina rápidamente la tomó de las manos después de alzar la barbilla de Juliana con el pulgar.

- No!, me oyes, tu jamas me vas a perder, porque aunque no estemos juntas en cuerpo, mi alma y mi corazón te pertenecen. - Juliana la miro a los ojos y Valentina le acarició la mejilla con tanta delicadeza - Ven aquí.

Juliana se acercó a Valentina y ahora fue ella quien se enterró en su lugar favorito y al igual que Valentina en su momento, ésta se inundo en su aroma y se quedó ahí, quieta, suspirando como si el estar ahí fuera a cambiar las cosas, sentía protección pero a la vez  también sentía fuerza , una descomunal fuerza que aseguraba que sería capaz de enfrentarse a su peor enemigo con tan solo saber que regresaría a estar así como ahora. Estaba tan cómoda y feliz hasta que ...

- Me alegra que estén todos aquí y puntuales. Tomen asiento por favor. - Dijo entrando a la sala Evangelina mientras Lauren caminaba detrás rumbo al sillón donde estaban Juliana y Valentina.

Todos tomaron asiento,  Valentina y Juliana no se habían movido de el mismo sillón, Jacobo estaba cerca de la puerta que daba al patio y Lauren se sentó cerca de Valentina y Juliana.

- Bien, antes que nada permitanme presentarme como debe ser, mi nombre es Evangelina Carvajal y aquel hombre que esta allá es mi mano derecha Jacobo Reyes, hermanastro de mi nana Lupe y de Beltran, padre de Juliana.

En ese instante Juliana se paró confundida queriendo salir corriendo del lugar y mirando para todos lados. Parecía un gatito asustado queriendo ir a protegerse. Estaba temblando y Valentina lo noto, así que la agarro y la abrazo fuertemente. Juliana quiso salir del abrazo pero después de tanto intentarlo se relajó y se quedó quieta en los brazos de su amada.

- Entiendo que esto sea un shock para ti Juliana.- comento Evangelina - Pero debes componerte ya que debemos hablar de las condiciones que tu y yo acordamos y el plan a seguir. Pero, antes, a petición de Lauren voy a hacer una excepción y contarte detalladamente el porque de la muerte de tus padres.

- Envangelina! Yo no te pedí eso, bueno que demonios pasa contigo, déjame ser yo quien le explique porque yo creo que nadie te aviso que a tu tacto lo echaron por el drenaje.

Ignorando a Lauren Evangelina le habló a su hija. - Valentina, ni tu, ni tu noviecita saben lo que es sufrir, de verdad sufrir en la vida, pero en este mundo a algunos nos toca la peor parte, la parte donde todo es una "mierda", así que no me vengan con cuentos de princesitas enamoradas del príncipe azul con el que vivirán y serán felices para siempre que esas tonterías  no existen.

- Ahh no!...Ahí si te equivocas Evangelina - dijo Lauren - no lo de tu cuento de hadas bobo sino lo de ellas, Juliana sobre todo, ésta niña si que ha sufrido mucho, más que tu, porque lo tuyo fue una decisión que tu tomaste por ti misma, pero a Juliana nadie le preguntó, la vida se ha limitado a ponerle las pruebas que quiere y sin avisar. Mataron a sus padres delante de ella, de una niña de 8 años que se quedó en shock y sin hablar por un buen tiempo, Valentina se le desapareció tres años sin previo aviso, la secuestra una loca que la droga y la monta en un avión, y eso agregando que es más joven de lo que tú eras en aquella época. Créeme que ha mostrado mas temple, fuerza y valentía que tu, porque aun tiene amor para dar, es una muchacha dulce, tierna y ama a tu hija, deberías estar feliz de que esté con alguien como ella. Así que, cállate!, ya basta de escupir veneno que lo que habla es tu amargura y tus celos de que ellas si están luchando por lo que quieren juntas y tu no lo hiciste porque no te atreviste.