- VALENTINA -
Habían pasado ya 1 año desde que Juliana no sabía de Valentina, la verdad es que se estaba volviendo loca, ya había agotado todos los recursos que ella tenía para poder encontrarla.
Ni Panchito ni Lupita sabían donde se encontraba, Juliana llamó a la universidad para preguntar por ella y lo único que le pudieron decir fue que se dió de baja pero no podían darle más información.
En un momento de desesperación y vergüenza le pregunto a Lupita si podía viajar a buscar a Valentina, Lupita sabía que Juliana estaba desesperada pero Lupita no contaba con tanto dinero para el viaje, ya que las ganancias del cafetalero se iban automáticamente a la cuenta de Valentina y a ellos solo les daban un sueldo por trabajar ahí.
Juliana entró en una depresión profunda. La niña de ojos café no tenía apetito, estaba enojada, triste, desesperada. Porque demonios Valentina no la llamaba, porque el teléfono de Valentina marcaba sin servicio, es que una explicación lógica debía haber.
Las peores pesadillas vagaban por la mente de Juliana: "muerte, secuestro" pero nada cuadraba, el teléfono de Lauren era el mismo caso que el de Valentina, se supone que estaban las dos en NY, carajo! Esto debía tener una explicación! Demonios!
Ya ni a la escuela regresó, sus amigos la visitaban para ver si podían ayudarla en algo y para saber de Valentina, pero Juliana no recibía a nadie.
Se limitaba a ayudar a Panchito con la esperanza de que Valentina se sintiera orgullosa de trabajar su Hacienda y en algún cercano momento regresara y la encontrara ahí.
***
Pasaron dos años más y Juliana cambió por completo. Trabajaba día y noche en la Hacienda, su carácter se iba haciendo cada vez más duro, más frío, sobrio, tanto que todos los trabajadores la respetaban y la mayoría le huía porque casi siempre se cargaba un genio que para que les cuento.
No solo se estaba dando a respetar en la Hacienda sino también en el pueblo, con los proveedores, los de la naviera, los de la procesadora y hasta los del banco.
Aunque pasaba el tiempo no se resignaba que Valentina se hubiera desaparecido así sin más. Era como si se la hubiera tragado la tierra así que su único propósito era trabajar y ganar el dinero suficiente para ir a NY a buscar respuestas.
A pesar de trabajar de sol a sol veía que no iba a lograr su meta de recaudar todo el dinero que necesitaba para ir en busca de su amada Valentina, así que decidió indagar por todo el pueblo lugares que pudieran tener gente que le ayudara a descifrar la incertidumbre, la otra opción era tratar con el narco o trabajar en alguno de esos sitios de baja procedencia, pero, al pensarlo de nuevo se dió cuenta de las locuras que su mente estaba trabajando y desistió.
Andaba caminando en la plaza cuando se topó con Sergio y con Luis, los saludo de manera cordial pero muy seca.
- Hey Juli
- Hola. - contestó una desganada y fría Juliana.
- Ni te pregunto como haz estado porque ya todo el pueblo sabe que eres casi la jefa de la Hacienda. Así que asumimos que estás bien, no?
Juliana los vio con lumbre en los ojos, no les contestó, pero su mirada dijo todo.
- Hey, perdón no lo tomes así, en realidad es asombroso lo que haz estado haciendo. Sabemos que es en honor a ella.
- Gracias Sergio, me tengo que ir, adiós.
- Espera Juli.
- Que te parece si nos acompañas al bar, vamos a ir a bailar, también va a ir Reni y otros amigos. Sirve que te distraes un poco
- Gracias, no, adiós.
Juliana se dió la media vuelta y se retiró de ahí enfadada y triste. "Si Valentina estuviera aquí iríamos juntas y la pasaríamos de maravilla". Haber Juliana despierta a la triste realidad por favor, se dijo a sí misma.
Llegó a la Hacienda y como siempre ni las buenas noches dió, pasó por la cocina se hizo un lonche y se fue a su recámara.
La recámara de Juliana se había convertido en una oficina, había papeles pegados en la pared, mapas, tenía los mensajes de Valentina impresos pegados en la pared también, parecía una agente de la CIA con todo lo que tenía en su escritorio. Se paró frente a ese mural y regresó a aquel día, ese maldito día en el que decidió no llamar a aValentina antes de dormir. Hubiera cambiado algo? Se habría dado cuenta de que algo no estaba bien? No, pero es que todo estaba bien, sino Valentina no le hubiera llamado al día siguiente o le hubiera mandado ese mensaje.
"Sin ti ya nada es igual" - se decía a ella misma.
Valentina era la dueña de su sueños, de su alegría y amor a la vida, debía hacer algo pronto, ya había pasado demasiado tiempo en sufrimiento, quería volver a sonreír, a vivir, a soñar.
Nada cuadraba y ella seguía buscando respuestas, códigos escondidos en el mensaje, la llamada...Ahhh maldita sea! Eso era todo lo que tenía, una mensaje de voz y un mensaje de texto, que carajos podía hacer con eso. Demonios! la frustración se apoderó de ella y aventó todo lo que tenía en el escritorio, gritó tan fuerte como sus pulmones le permitieron hasta que cayó al suelo rendida, cansada, dolida.
Esa noche soñó de nuevo con Valentina, con su primera vez juntas, sentía su abrazo, su olor, su presencia...
Amaneció empapada en sudor, llorando, y ese día tomó la decisión de ir a cómo diera lugar a Nueva York.
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Mi niña Café | Juliantina I Terminada
RomanceValentina es una niña que busca y encuentra el amor en la casa de sus padres adoptivos. Ahí conocerá a Juliana y empezarán una peligrosa y romántica aventura. Es la primera vez que escribo una historia así que no me juzguen 😔 se aceptan criticas co...