Mi niña Café | Juliantina I Terminada

Nuevas sensaciones

Valentina no soltó a Juliana y solo se le quedó viendo a la mujer. Juliana por su parte no quería despegarse de Valentina pero había aceptado las 2 condiciones que le había impuesto dicha mujer y ésta cumplió al traerla a ver a Valentina, así que no le quedaba más remedio que cumplir.

Juliana se safó del agarre de Valentina bajando la mirada y fué detrás de la mujer acompañándolas al despacho.

Lauren volteó a ver la cara de Valentina y decidió actuar.

- Porque no hablamos mejor nosotras solas primero, tenemos temas importantes de qué hablar y sería mejor que los habláramos en privado.

La mujer no dejó de caminar y Lauren volteó a ver a Juliana, apuntó con la cabeza a Valentina, y volvió la cabeza rumbo al despacho.

Juliana regresó con Valentina como Lauren le dió a entender y Valentina la tomó de la mano y se la llevó a su habitación. Entraron y Valentina cerró la puerta y tomó a Juliana de la mano y la sentó en la cama con ella.

- Juls, ¿qué te pasa? ¿Quién es esa mujer? hey mírame - Valentina tomó la cara de Juliana con una mano tratando de voltear para verla a los ojos - ¿Juliana me escuchas?

Juliana asintió viéndola a los ojos, pero había algo en su mirada que no estaba de acuerdo con lo que estaba afirmando. Valentina lo notó. En seguida, se paró, y fue por la silla que se encontraba en una pequeña mesa cerca de la ventana, la cargó, la plantó frente a la cama y se sentó. Tomó las dos manos de Juliana y las empezó a acariciar suavemente.

- Haber, a ti te pasa algo. Me gustaría que hablaras conmigo y me lo dijeras. Me imagino que para ti ha sido muy difícil estar sin noticias mías, pero Juls, ni yo tenía noticias mías. - Esto último lo dijo con una sonrisa de ironía. Juliana la miró extrañada pues no entendía ni una palabra de lo que estaba hablando, ¿como que ni ella? Juliana sacudió la cabeza y se dijo a sí misma "deja de pensar y escucha".

- Hey, ¿estás conmigo? - Juliana sacudió la cabeza y asintió con una sonrisa.

- Juls, ¿te acuerdas cuando te mandé el último mensaje?, fue la mañana después de que nos reconciliamos ¿si te acuerdas?- Juliana asintió - bueno ese día mi tía Lauren fue a verme diciéndome que tenía algo importante que hablar conmigo y que fuera a su departamento, así que lo hice. Mi tía Lauren me tenía una sorpresa y esa sorpresa era que mi mamá estaba  viva, Juls estaba tan emocionada cuando la vi que no me di cuenta que en este preciso momento alguien entró y mi tía lo noqueo y nos sacó de la casa quitándonos nuestros celulares diciendo que estábamos en peligro, nos subió a un avión, y después nos montó a una camioneta y nos trajo Italia y cuando veníamos rumbo ésta casa, yo peleé para que me dejara llamarte, y no se como, pero provoqué que mi tía perdiera el control y nos voltearamos en la camioneta. Quedé tres años en coma chaparra, mi mamá uno, y Lauren perdió un brazo. Lamento mucho haberte hecho sufrir todo este tiempo, de verdad no fue mi intención, ni yo misma supe en lo que me metí hasta hace poco que desperté y me cayó el veinte, no me quiero ni imaginar cuanto te he hecho sufrir chaparra no puedo perdonarme el daño que te he causado por terca.

Juliana como pudo se paró de la cama y caminó hasta la ventana donde estaba la mesita dueña de la silla, volteó a ver el techo suspirando y agarrándose el cuello con las dos manos. No podía creer todo lo que había pasado y seguía pasando. El amor de su vida también había sufrido, la habían privado de su libertad las personas que se supone la amaban, y encima de ello estuvo en coma. ¡Dios! ¡En coma! Gracias al cielo que está bien y sin secuelas. Se maldijo interiormente por haber tenido la estúpida idea de ir a buscar al tío de Valentina ya que era obvio que él era la persona que estaba detrás de todo esto. Ahora entendía a la mujer, lo que le dijo, que había que cuidar a Valentina. ¡Mierda! porque no podían solo ser felices y ya, porque tanta complicación. Estaba sumergida en sus pensamientos cuando sintió unas manos que la abrazaban por la cintura, las recibió con amor y las tomo con sus manos entrelazándolas con las de ella.