Mi niña Café | Juliantina I Terminada

Ya no más

- Lucía te estoy hablando carajo! - Gritaba enfurecido Leon.

Ella corría a bajar por las escaleras con el labio, la ceja y el vestido rotos.

- No! Ya no más! ... me voy ya no te soporto, tu tienes tus amantes consiguete alguien más yo ya no puedo ni quiero estar contigo!

- Pues nunca, óyelo bien nunca te voy a dar el divorcio entiendes? Jamás! Yo que tú lo pensaría mejor, y para que veas que no soy malo te voy a regalar un mes sin molestarte para que lo pienses mejor. Eso si, si en un mes no te vuelvo a ver, voy a dedicar mi vida para encontrarte y la verdad es que no quisieras ni enterarte de lo que te va a pasar.

Lucía salió despavorida de la mansión así como estaba y rápidamente llamó a Lauren pues era la única amiga que tenía desde Eva.

- ¿Hola? 

- Hola Lauren ¿cómo estás? Este...¿estás ocupada? 

- Bueno..un poco...estoy en Bogotá. Haciendo los últimos arregla de el viaje de mi sobrina a la universidad de Nueva York.

 - ¡Oh Dios mío Lauren!, ¿Está ella contigo? 

Lauren se aclaró la garganta - si...aquí estamos preparando las maletas.

A Lucía se le empezaron a salir las lágrimas. 

- Lauren, ya no puedo más ... es tiempo.

Lauren no podía creer lo que escucho decir a Lucía. Tenía miedo de lo que pudiera pasar, pero estaba feliz. Era un sentimiento raro lo que sentía en ese momento - ... ¿Segura? 

- Si! Dijo la ojiazul, pásame la dirección por texto. En este momento salgo para allá.

******

Era un miércoles por la tarde, cuando el timbre de la casa grande sonó.

Lauren corrió antes de que alguien más se diera cuenta, solo le había comentado a Lupe, pues ella sabía la situación. Así que solo ella se encargaría de abrir la puerta para evitar sorpresas.

- ¡Lauren! Susurró Lucía. Venía con los estragos de los golpes de León. 

- ¿Qué te pasó en la cara, Lucía? ¿Fue el? - Lucía asintió.

- ¡Maldito perro infeliz!, ¿sabes que?, ven conmigo, antes de entrar a la hacienda debemos hablar tú y yo.

Se fueron y Lauren la llevó al hotel mas elegante del centro de Bogotá, poniendo de excusa que tenia que resolver unos asuntos relacionados con la Universidad. Al llegar, Lauren reservó una habitación para Lucía y pidió que le subieran de comer y una botella de vino tinto. Al entrar a la habitación, Lauren se sentó en la mesita de fondo, indicandole a Lucia que se sentara frente a ella. Ahora si, desde el principio - dijo Lauren ¿qué pasó?

- ¡Lo dejé! ¡Dejé a León! Ya no aguanté mas y tuve que salir de ahí. Por favor, dime que piensas de lo que he hecho. ¿Es una locura verdad? Lo se. Todo lo que hizo Eva para nada - Lauren se quedó con los ojos a medio cerrar con el ceño fruncido - Lauren, entiendeme ya no aguantaba más, estaba viviendo por vivir. Por mi hija. Pero ya no pude, no puedo más, me estaba lastimando a mi misma, vivir ahí es peor que el infierno. Me estaba muriendo en vida, soy honesta cuando te digo que lo intenté. Pero, ya ni siquiera me daban ganas de respirar, estuve a punto de mandar todo al carajo. Se que mi hija está bien y eso es lo único que importa, y el amor de mi vida ya está descansando en paz, la única que está muriendo lento soy yo. Y en manos de ese asesino - Por favor dime que me entiendes, di algo, no tengo a nadie, mi familia ... ya sabes. Lo único que tenía eran Eva y mi hija. Y desde hace años ya no tengo a ninguna de las dos. Por favor di algo - Lauren solo la observaba dejando que la rubia sacara todo ese cólera interno que escupía veneno por sí solo - ¡Años Lauren!  Años de fingir amor y felicidad, de golpes, de dolor, de asfixia...¿sabes lo que es eso? ¡Ya no doy más! Te prometo que lo intenté pero me sobrepasa, siento que se me está yendo la vida a retazos cada vez que él está cerca de mi.

Sin poder escuchar más Lauren se levantó de golpe y se abalanzó a Lucía pegandola hacia ella en un abrazo. La tuvo abrazada un buen rato, sintiendo su dolor, Lauren sabía cómo era Leon, de hecho nunca se explicó cómo podían él y Eva, ser hermanos siendo tan diferentes entre ellos.

Eva era una persona buena, con un corazón enorme, le encantaba ayudar al prójimo, era leal, justa, amiga incondicional, algo de lo que obviamente carecía León; la verdad es, que en la cabeza de la ojiverde no encajaba que León y Eva tuvieran la misma sangre, quería averiguar qué fue lo que pasó para que León llegara a odiar tanto a su propia hermana, lo de Lucía no era suficiente. Pero bueno, esa era una duda con la que iba a tener que vivir.

León era un hombre sin escrúpulos, egoísta, soberbio, y lo peor de todo, era un asesino, al que, Lauren no dejaría que se saliera con la suya al haber matado a su mejor amiga.

- Shhh...tranquila Lucía, ya sabes que yo te apoyo en todo lo que necesites, sabes muy bien que Eva me dejó instrucciones de velar por ti y por Valentina y eso es lo que voy a hacer. Así que dime, ¿qué tienes planeado? ¿Qué quieres hacer? ó ¿Porque estás aquí?

- Lauren, quiero conocer a mi hija - Lauren solo la miro.

- Ok, como quieres hacerlo? - Lucía la miró y empezó de nuevo a llorar.

- ¡No se! ¡no se Lauren!, solo se que la necesito, necesito verla, explicarle, quiero abrazarla, quiero sentirla y que sepa que me tiene para ella siempre que me necesite a pesar de lo que pueda pasar. Es lo único que tengo, ya no tengo a nadie más.

- Me tienes a mi. Lucía yo le prometí a Eva cuidar de ustedes, no estás sola en esto. Me tienes a mi...siempre me haz tenido - Lauren pensó un momento y suspiró - Está bien. Mira Lucía, en unos días Valentina y yo partiremos a Nueva York, ¿quieres verla aquí? O te esperas hasta que nos vayamos - Lucía lo pensó por un momento 

- Creo que será mejor presentarme en Nueva York, así yo me voy primero y tengo tiempo para ensayar el reencuentro con ella.

- Perfecto. Así le hacemos entonces. Voy para la hacienda. Ya te mande por texto el lugar y el boleto para que salgas hoy por la noche.

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Las leo chicas 👀

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