2. Presentaciones finales

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—¡Andy! —un chico alto llegó gritando con un objeto en la mano, parecía muy emocionado— ¡Tienes que ver esto!

—¿Qué es? —preguntó la aludida, interesada al ver la cara de su amigo— ¿Es importante?

—¡Claro que lo es! —exclamó él, emocionado, mostrándole lo que traía— ¿No es genial? Lo encontré tirado.

—Algo me dice que mientes —acusó Andy tomando el objeto y mirándolo con detenimiento—. ¿Quién dejaría esto tirado?

—No lo sé —dijo el chico encogiéndose de hombros—, pero es perfecto para nuestro plan.

—¿Nuestro plan? —preguntó ella con una ceja alzada, pero algo divertida— Dirás mi plan.

—Sí como sea —contestó el muchacho restándole importancia con un gesto de la mano—. Con esto podemos pasar las instrucciones de la poción.

—Solo hay un problema, aun no las tengo.

—¿Por qué no?

—No es tan fácil, intenta tú hacer una poción para que tus padres del pasado te visiten —dijo ella con tono retador y luego soltó una risita burlona.

—Bueno —comenzó el chico intentando cambiar de tema, poniendo cara triste—. Recuerda que me voy en un mes.

—Sí —asintió ella con una sonrisa forzada, mirándolo con melancolía—; ¿cómo podría olvidarlo si me lo recuerdas cada dos minutos?

—Creo que tú deberías quedártelo —dijo, le tomó la mano, le puso el objeto que traía y le cerró el puño—. Tal vez no vaya a estar aquí para verlo, pero asegúrate de que se la pasen muy bien.

—Eso haré —aseguró Andy y acto seguido abrazó al muchacho, quien devolvió el gesto con una sonrisa en el rostro.

—Genial —exclamó Hermione, impresionada por la inteligencia de ambos chicos—. ¿Por qué se les ocurrió algo así?

—Digamos que algunos están algo cambiados en este futuro —respondió Andy con cautela—. Para bien, por supuesto, y queríamos ver cómo eran antes.

—Algo me dice que esa no es toda la historia —susurró Ginny a Hermione y luego añadió en voz alta—: ¿ya podemos continuar?

—Sí —respondió Ted, sonriendo—. Bueno, ¿ahora quién?

—¡Yo escojo! —gritó Katie Bell, y no le dio tiempo a nadie para objetar, señaló a una chica con el cabello marrón oscuro y algunas manchitas pelirrojas, y unos hermosos ojos marrones—. Tú.

—¿Yo? —preguntó la chica.

—No, yo —respondió Fred con sarcasmo—. Bueno, ya empieza.

—Está bien tío Fred —dijo la chica, riendo—. Mi nombre es...

—¡Otra Weasley que no es pelirroja! —gritó Ron recibiendo, un "ligero" zape por parte de Ginny— Continúa, pues.

—Gracias —comentó ella, y continuó—: como decía, mi nombre es Juliet Cassie Potter, pero si me llaman Cassie no viven para contarlo. Mis padrinos son el tío Fred y su esposa.

—Gracias, Harry —le dijo Fred, a lo que él respondió con una inclinación de cabeza, nervioso.

—Bueno, mi madre es Ginny Weasley...

—¡Qué! —gritaron por enésima vez en ese día los celosos Weasley, para luego fulminar con la mirada a Harry, y acto seguido correr hacia él, quien se ocultó detrás de la tercera generación, ellos sabías que había pasado eso hace muchos años. Empezaron a reír por unos minutos mientras evitaban que los Weasley atacaran a Harry.

Andrómeda Lupin y la tercera generaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora