13. Reconciliación

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Paul y Gideon Black caminaban por el pasillo desierto, aún no podían decidirse en si ir a la biblioteca o a algún salón vacío para seguir averiguando un plan de ataque, ya que John y Andrómeda no se aparecían por ningún lado.

Timothy Chang se los cruzó y los tres se miraron en silencio.

—¿Han visto a Andrómeda? —preguntó él, los hermanos se miraron entre sí, sin saber qué responder— Solo quiero hablar con ella.

—No sabemos —respondieron los Black al mismo tiempo. Paul negó con la cabeza y continuó hablando—. ¿Crees que se buena idea, Chang?

—Escuchen, no sé qué les haya contado ella...

—Nada —interrumpió Gideon—, no he podido hablar con Andy porque se desaparece cada cinco minutos —miró a Timothy y esbozó una enorme sonrisa—; pero tal vez tú puedas por fin explicarme qué pasó con Lysander.

—¿Por qué te importa tanto eso? —le preguntó Paul, harto de que su hermano siguiera hablando del asunto.

—Porque hay algo extraño pasando aquí, Paul —respondió él, molesto—. Primero Raphael pierde la cabeza con Juliet, y ahora Lysander con Andy, algo no tiene sentido.

—Es un buen punto —apuntó Timothy, recordándoles que estaba ahí. Ambos lo miraron, expectantes—. Está bien —cedió, si no podía encontrar a Andrómeda, tal vez ellos pudiesen darle algún consejo. Se sentó en suelo, recargando su cabeza en la pared, y los hermanos Black lo imitaron—; después de estar con ella otra vez, no sé, creo que revivió recuerdos de cuando era más feliz y solo... se me salió decirle que la amaba.

—¿Qué? —espetó Gideon, golpeándose la frente con la mano.

—Era un momento emotivo, creí que íbamos a morir, y no quería que nada se quedara sin decirse —justificó Timothy, se cubrió la cara con las manos, frustrado—. La pasada luna llena estábamos sentados en el patio, y bueno, creo que la besé... un poquito.

—¡Qué! —gritaron ambos, Paul lo miró con el ceño fruncido, totalmente confundido—: ¿tú crees? —preguntó con sarcasmo.

—Está bien, yo la besé, pero me alejé de inmediato cuando ella no me correspondió.

—Eres un idiota, Chang —le dijo Gideon.

—Ya lo sé, Black, no me lo tienes que decir —respondió con enojo, no se tenían tanta confianza aún—. Me di cuenta de que era mi estrés hablando, con el secuestro de Voldemort y la muerte de mi hermana, creo que solo extrañaba a mi amiga —los tres se quedaron callados y Timothy comenzó a reír, Paul y Gideon se miraron entre sí, confundidos—. Ella me lo dijo, que debería preocuparme más por mi hermana que por mis sentimientos encontrados, así los llamó —volvió a reír—, hasta en esos momentos, Andy sabía mejor que yo lo que realmente pensaba.

—Sí, es buena con eso —dijo Gideon con una sonrisa—. Solo dile lo mismo que acabas de contarnos, y te perdonará, también es buena en eso.

—Lysander nos vio —completó Timothy en voz baja.

—Maldita sea, Chang, no se te acaban las estupideces.

—¡Gideon! —lo regañó Paul— Eso explica bastante.

—Pero aún no tiene sentido la actitud de Lysander —se defendió Gideon—, Andrómeda le habría explicado todo, y listo, nunca han sido fanáticos del drama.

—Solo hay una forma de averiguar la razón de su explosión —le dijo Paul—, preguntárselo. Ahora que sabemos qué ocurrió, podemos obtener respuestas concretas.

Andrómeda Lupin y la tercera generaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora